POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
El 9 de febrero la Iglesia Católica celebra la festividad de Santa Apolonia de Alejandría, advocación con la que también se conoce a la ermita de Santa María de Cárdaba, de Pecharromán, que está situada a poco más de un kilómetro de la población, y que es el único resto que ha llegado a nuestros días del extinto monasterio del mismo nombre, que sería fundado hacia 937, cuando el conde Fernán González lo dona al monasterio benedictino de San Pedro de Arlanza, pasando en 1488, ya calificado como granja, al cercano monasterio de Sacramenia.
El templo es de una sola nave y muchos autores le sitúan en la época condal, hacia los siglos IX y X, cuando sería construido con grandes sillares de piedra tobiza, siendo el ábside de su cabecera de sillares calizos regulares de los siglos XI o XII.
Santa Apolonia fue una mártir egipcia del siglo III y cuenta la tradición que uno de los castigos que sufrió antes de morir en la hoguera fue la extracción de sus dientes, por lo que se la representa con unas tenazas y la palma del martirio, y se la considera por ello como patrona de los odontólogos.