POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).

El 30 de noviembre la Iglesia Católica celebra la festividad de San Andrés Apóstol, que en nuestra Comunidad de Villa y Tierra de Fuentidueña es venerado especialmente en Pecharromán, pueblo del que es el patrono y cuya iglesia, con portada y ábside románicos, y que bien merece una visita, lleva su advocación, presidiendo una imagen suya igualmente el retablo mayor. Cuenta con nave única y cabecera con ábside curvo de mampostería que tuvo que ser reforzado con dos sólidos contrafuertes o estribos de sección rectangular de sillares en 1713 por la ruina inminente que le amenazaba. Está dividido en cinco paños por cuatro gruesas pilastras y contrapilastras; en los tres centrales se abren las correspondientes ventanas, aunque la del centro está oculta por uno de los contrafuertes citados. La cornisa de la cubierta, tanto en sus tramos o paños curvos como en los rectos, apoya, como es natural, sobre canecillos decorados con temática muy variada.

No obstante, el elemento que más llama la atención, y quizás el más destacado de la iglesia, es su hermosa y enigmática portada cuyo arco de medio punto se halla enmarcado por cuatro arquivoltas, la primera de las cuales está compuesta y decorada por un nutrido grupo de cabezas de seres diabólicos e indefinidos, intercalados por algunos rostros humanos. En su interior, el presbiterio se cubre con bóveda de cuarto de esfera o de horno, y en el tramo recto con bóveda de cañón apuntada. El arco triunfal es apuntado también y doblado, apoyando sobre sendas semicolumnas.

¡Buen día!