POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
“A finales de abril, la flor de la vid”. No me resisto a poner esta imagen de la cuadrilla de obreros que me ayudó a sarmentar en 1993 si no me fallan las cuentas. El majuelo de El Descansadero sigue ahí, tal cual, como hace, al menos, más de siglo y medio que yo sepa. Los almendros del fondo han crecido, y bastante, en estos 28 años, aunque apenas si hemos comido de ellos algún triste almendruco (un año sí y otro también los hielos se encargan de que esto sea así). Pero los que más han crecido han sido los tres obreros, a los que espero contratar más pronto que tarde para reeditar tan entrañable escena. Y como los tres se pasan por estos Saludos, que sepan que lo tenemos pendiente. ¡Buen día!