POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA).
El 13 de agosto de 1884 murió Tomás de Frutos Lázaro, de 53 años. «…sobre seis y media a siete de la mañana a consecuencia de un rayo que de un nublado cayó ayer a la hora ya citada que le dejó difunto en el acto… en el término de San Roque a la parte oriental de éste como doscientos pasos contiguo a una tierra suya, hallándole cadáver, como lo presenciaron el médico D. Sotero Galicia, el juez municipal Bernabé Gonzalo, y otras personas del pueblo». Así consta en nuestro archivo parroquial, en el Libro de Difuntos (1851-1895). Pág. 73.
El suceso hace bueno el refrán de que «De los nublados de mañana y de los concejos de tarde, Dios nos guarde», al menos en su primera parte.
Si no he calculado mal, se trata del padre de mi tatarabuelo Pío y le llamaban El Granjero porque procedía de las granjas de San Bernardo, de Sacramenia.
Desde entonces, y son ya 137 años, ahí permanece esta cruz en su memoria, y hoy quiero recordarle porque sin él estos Saludos no hubieran sido posible, ni yo llevaría el apellido de Frutos en octavo lugar (aunque también le llevo en el tercero, pero esta es otra historia).
¡Buen día!
FUENTE: https://www.facebook.com/juan.cuellarlazaro