POR ANTONIO HERRERA CASADO, CRONISTA OFICIAL DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA
Una tarea de salvación de nuestro patrimonio: pequeña quizás, pero sustancial, porque es germen de otras que debieran venir, y porque se hace naciendo de la gestión de gentes de pueblo, que priman el entusiasmo y alcanzan cotas de excelencia en lo que hacen. Almonacid de Zorita vuelve a la actualidad gracias al esfuerzo de los cofrades de Nuestra Señora de los Desamparados.
Es un gusto saber, como me informa Ian Parra Alonso desde Almonacid de Zorita, que en algunos lugares de la Alcarria se ocupan y preocupan de sus bienes patrimoniales. Todos, por pequeños que sean, tienen su importancia. A veces se habla de la catedral tal o del castillo cual, de firmas consagradas y de brillos aplaudidos, pero también hay movimientos que por parecer ínfimos no se recogen en las crónicas. Y debieran.
En Almonacid existe un antiguo convento, el de Nuestra Señora de la Concepción, en las afueras de la villa, que tuvo en su tiempo, en pasados siglos, gran importancia. Hasta el punto que construyeron como templo del mismo un edificio de corte renacentista al que, además, se le puso un retablo fabuloso, construido por las mejores manos del renacimiento andaluz: Juan Bautista Vázquez el Viejo en los escultórico y Juan Correa del Vivar en lo pictórico. El retablo finalmente acabó vendiéndose y hoy afortunadamente ha parado en el convento de las monjas oblatas de Oropesa, en Toledo. La Madonna de Vázquez, que lo remataba, también pasó a la iglesia de Torrelaguna, en Madrid. Pero muchas otras cosas de aquel templo se perdieron. Las monjas se fueron, los edificios quedaron abandonados y en progresiva ruina, y nada parece entreverse que vaya a salvar aquello del absoluto olvido.
Sin embargo, una iniciativa ha surgido en Almonacid, que partiendo de una Cofradía, y de la gente de creencias religiosas que siempre aportan sinergias positivas a la sociedad, han conseguido aunar al Ayuntamiento, a la Diputación, a la Diócesis y a todos los vecinos para recuperar una pieza artística que en ese convento estaba pudriéndose y a punto de desaparecer.
Por eso, los pasados días se ha procedido a sacar de allí, desanclándolo de los muros en que permanecía sujeto desde 1940, un retablo que ofrece un potente valor visual, con elementos barrocos y rococós, construido en los siglos XVII y XVIII, y que se va a trasladar a la iglesia parroquial de Almonacid, y allí colocarse, bien restaurado, en el muro de la nave del evangelio, ofreciendo acogimiento a la imagen de la Virgen de los Desamparados, que desde hace al menos cuatro siglos cuenta con una Hermandad de fieles que celebran su fiesta y la sacan en procesión.
Este retablo, que tiene ahora numerosos desperfectos, fue tallado en madera de pino de Soria hace cuatro siglos. Consta de un sotobanco, un banco, un cuerpo principal, y un ático. La mesa de altar, que es más moderna (rococó del XVIII) también lo complementa. Todos sus vanos están vacíos, y el conjunto ha sufrido con exceso la acción del tiempo, de la humedad, y de los traslados, por lo que las uniones de sus estructuras se han resquebrajado, presentando fisuras y pérdidas volumétricas, con pérdida generalizadas de la preparación original. O sea, un desastre.
El movimiento devocional, encabezado por la Hermandad de la Virgen de los Desamparados de Almonacid, ha conseguido los medios (dineros y permisos) para trasladarlo a la parroquia y restaurarlo. Cosa que se va a llevar a cabo en los próximos meses. Siendo el joven restaurador de Mondéjar don Álvaro Sarmiento Olivares quien va a hacerse cargo de la tarea. Seguro que conseguirá recuperar esta obra señalada. Todo ello con los apoyos del Obispado (como propietario del retablo), la Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados de Almonacid de Zorita, que lo utilizará para poner la actual talla de su patrona en el centro del monumento, la propia parroquia (siempre inacabada y necesitada de reformas) el Ayuntamiento, y el pueblo fiel.
En los pueblos de nuestra provincia hay muchas, demasiadas, obras de arte que están necesitando un cuidado. Desde los tejados de la iglesia románica de Pozancos, que se han venido al suelo tras las primeras lluvias del otoño, hasta el gran retablo de Pelegrina, joya del Renacimiento que padece los estragos del tiempo, o el muro norte del castillo de Jadraque… pero al menos de vez en cuando le llega la alegría de una buena restauración a estos pequeños elementos que tanto lo necesitan. En suma, una noticia que nos pone alegres, y esperanzados.
Otras piezas de Almonacid
En Almonacid hay otros elementos de interés, que poco a poco recuperan su valor, y se consolidan de cara a un futuro. Es verdad que este Ayuntamiento contó, durante muchos años, con la inyección económica de una Central Eléctrica Nuclear (la “José Cabrera”, la primera de España) que hoy ya no existe. Ello permitió recuperar algunas puertas de sus murallas, la torre del reloj de su palacio de los comendadores calatravos, hacer nuevo el Ayuntamiento, poner una hermosa escultura en bronce del poeta Leon Felipe, y recuperar la ermita de Nuestra Señora de la Luz, en la que un convenio bien hecho entre la Diputación Provincial y la Fundación Camilo José Cela, ha constituido en el espacio cultural “El Molino” el CELA (Centro de Encuentro de Literatura y Arte) más poner en pie la inestable picota y dedicar a Residencia de Ancianos el antiguo convento de Jesuitas con su templo barroco. Ahí es nada, lo que con ganas (y dinero, por supuesto) se puede conseguir. Por eso, hoy como muchas veces antes, Almonacid de Zorita se convierte en un ejemplo a seguir.