POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Antiguamente, en la Asturias campesina y ganadera, cuando una persona visitaba una cuadra (hace muchos años se decía «la corte») o un corral, al ver los animales se invocaba siempre: «¡Que San Antón los guarde!».

Este San Antón, Abba Antón, San Antonio Abad, nada tiene que ver con San Antonio de Padua. Se le considera patrón de los animales y hoy, 17 de enero, es el día de su festividad.

En algunas estampas e ilustraciones se le representa con un cerdito a su lado.- Pues ahora viene la historieta: Hace 10 años (en 2005) falleció el escritor francés Pierre Daninos, exitoso autor de «Los cuadernos del Mayor Thompson».

Thompson era un militar ingles que casó con Michelle, una atractiva francesa, de la que tuvo un hijo y para evitar discrepancias en cuanto a su educación decidieron enviarlo, alternadamente, a un Colegio inglés y a un Liceo francés. El jovencito se enteró, en Francia, cómo esta nación tuvo un emperador, Napoleón, dominador de Europa, genio de la milicia, salvador de la patria… Estudiando en Inglaterra le dicen que Napoleón fue un francés, advenedizo e indocumentado que, en su intrépida ignorancia, quiso dominar a Europa hasta que Inglaterra dijo ¡basta! y envió a sir Arthur Wellesley, I duque de Wellington (1769-1853) para que «le diera caña» y, tras la batalla de Waterloo, lo enviara prisionero a Santa Elena.

¿Y qué tiene que ver Wellington con San Antón Abad?

Pues se cuenta que este militar, cuando invitaba a su mesa a personalidades muy ilustres, siempre ofrecía como «plato estrella» un solomillo de cerdo envuelto en hojaldre, que algunos «pelotas» dieron en llamar «solomillo Wellington».

Nosotros vamos a prepararlo «a la asturiana».

El solomillo de cerdo, limpio de telillas y grasa exterior, se salpimenta al gusto y se fríe en aceite muy caliente, vuelta y vuelta.

Se unta con una capa fina de queso y se dispone sobre una lámina fina de hojaldre, que se cierra sobre el solomillo a modo de paquete. Se pinta con huevo batido y hornea durante un cuarto de hora en horno previamente calentado a 200º C.

Se deja templar y se ofrece en trozos, ya emplatado, acompañando con unas patatas fritas y trozos de pimiento rojo asado. Y nuestro título de plato será SOLOMILLO DEL ABAD ANTÓN.

¡Feliz invernada!