SAN ANTONIO DE PADUA EN LA NAVA DE SANTIAGO
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
La devoción al santo paduano fue sembrada en esta población por los franciscanos descalzos del convento de San Isidro de Loriana. A pesar de la borrasca desamortizadora de Mendizábal que trajo la exclaustración de los religiosos, ésta no pudo eliminar algunos de sus topónimos, como la llamada “Vereda de los Frailes”. Las fuentes documentales testimonian la presencia del carisma de los descalzos alcantarinos en La Nava, que removieron en sus afanes apostólicos, las conciencias de los naveños de aquellos tiempos. Hoy, una imagen moderna de San Antonio de Padua con el Niño Jesús en los brazos, está en el retablo de Santa Quiteria, patrona de La Nava.
San Antonio, junto a San Martín de Tours y San Francisco, ocupan el centro del banco bajo del retablo mayor del templo parroquial, Francisco Morato, 1622. El programa pictórico que expresa el autor (Cristóbal Gutiérrez?) muestra en su catequesis a tres santos que tuvieron en sus quehaceres evangélicos muy presentes a los pobres y por ello, hacia la virtud de la caridad, esencia del Evangelio, y una de las preocupaciones de la Iglesia.
La devoción a San Antonio de Padua que sembraron los franciscanos de Loriana, permanece en la población, pues una calle con una capilla hecha por devoción de sus vecinos, y el colegio público llevan el nombre del santo paduano.
