POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES

Alfonso IX, último Rey del reinado de León, tomó Cáceres a los almohades el 23 de Abril de 1229, festividad de San Jorge; parece ser que era la cuarta vez que lo intentaba. Aunque no tenemos ningún documento que lo acredite, por Crónicas posteriores se ha podido certificar, y a partir de ese momento la Villa de Cáceres no dejó de ser cristiana.

El Rey la dotó de Fueros, la hizo villa de realengo y estableció que se celebrase la fiesta de San Jorge con la quema de hogueras por parte de los vecinos, simulando así los asentamientos de las tropas y con el lanzamiento de brevas, como recuerdo de la refriega contra los moros en la conquista de Cáceres.

Debemos señalar que el primer desfile de San Jorge en la época moderna fue organizado en el año 1961 por los jóvenes de Acción Católica, a instancias del Obispo de la Diócesis Llopis Ivorra, que al proceder del Levante español era un enamorado de las fiestas de moros y cristianos, y desde entonces la fiesta ha ganado en espectacularidad y seguimiento de turistas y visitantes.

Todos los autores señalan que San Jorge fue un soldado romano, nacido en el siglo III en Capadocia (Turquía) y que falleció decapitado el 23 de Abril de 303 frente a las murallas de Nicomedia, siendo enterrado en la ciudad de Lydda en Israel.

Después de luchar para Roma, conoció el cristianismo, empezó a repartir sus bienes con los pobres, dejó su carrera militar y se enfrentó a las autoridades romanas. Murió martirizado defendiendo la fe de Jesucristo. Santiago de la Vorágine en su obra: La Leyenda Dorada, difundió el martirio de San Jorge.

Es uno de los santos más venerados en las diversas creencias cristianas e incluso en las religiones afroamericanas y musulmanas. En el año 494 Jorge de Capadocia fue canonizado por el papa Gelasio I y Pablo VI hizo el culto a San Jorge opcional en el santoral de la Iglesia católica y en la Iglesia Ortodoxa se le venera como a un Santo Mayor.

En España además de ser el patrón de la ciudad de Cáceres es el patrón de Aragón, y de Alcoy y se festeja con gran solemnidad en Cataluña (sobre todo en 

Barcelona), Comunidad Valenciana, etc.

En Europa es o fue santo patrón de Georgia, Inglaterra, Portugal, Lituania, etc. y su culto está extendido por medio mundo.

Varias órdenes militares llevan su nombre o su simbología: La Orden de la Jarretera en Inglaterra, la Orden Teutónica en Alemania, la Orden de Calatrava en España, la Orden de San Jorge de Alfama en Portugal, etc. 

Lo realmente curioso es que en Cáceres, a pesar de ser el Santo Patrón, no tengamos ninguna iglesia, ninguna ermita, ni ninguna imagen de San Jorge que esté al culto de los fieles.

En la plaza de San Jorge, dentro de la Ciudad Monumental, hay una escultura del Patrón en bronce, obra del escultor de Arganda del Rey (Madrid) Jesús Rodríguez Aranda, con una talla de 1.30 centímetros. Es una estatua ecuestre que representa a San Jorge con una lanza en la mano derecha combatiendo al dragón que se encuentra a los pies del caballo.

Otras representaciones de San Jorge en Cáceres las tenemos en el espectacular retablo mayor de la Concatedral de Santa María, obra de Guillén Ferrant y de Roque Balduque; en el retablo mayor de la Iglesia de la Preciosa Sangre (Jesuitas); en el vestíbulo del Palacio de Carvajal, dentro de una hornacina moderna; en un azulejo en el patio del Palacio de los Golfines de Arriba; en el vestíbulo de entrada al Ayuntamiento, etc.

Además podemos constatar que a unos doce kilómetros de la ciudad, frente a la Torre de los Mogollones, nos encontramos, en mitad del campo, un enigmático edificio, único en España por su diseño, estamos hablando de la Ermita de San Jorge o de San Salvador para algunos.

El edificio se encuentra en estado ruinoso, semioculta en un terreno sumergido, pero del que no tenemos documentación. La mayoría de los estudiosos creen que se trata de un colector de agua, que posteriormente fue usado como ermita. Lo construyó Diego García de Ulloa “El Rico” en el siglo XIV.

Consta de nave central, capilla, sacristía y coro de pequeñas dimensiones. Presenta pinturas murales con escenas bíblicas del Antiguo Testamento y de la vida de Cristo, con inscripciones en latín, atribuidas al pintor cacereño Juan de Ribera en el año 1565, según consta en una esquina del templo.

Hay dos versiones que hablan de su utilización, como colector de agua del pequeño poblado o que fuera una capilla para dicho poblado. Algunos la ven como un culto al agua con ritos de bautismo y purificación por inmersión: donde el caballero entraría montado en su corcel y una vez en el agua era bendecido por un sacerdote.

Ojalá la Administración pueda hacer cuanto antes que se recupere ya que tiene un valor histórico y artístico incalculable.

En el año 2015 se creó en Cáceres la “Asociación Fraternal San Jorge-Cáceres”, con el objetivo de fomentar el culto y la devoción del Santo en la ciudad. Recordemos que en el año 1548 se fundó en Cáceres una Cofradía dedicada a San Jorge que desapareció en el siglo XIX. Deseamos que dicha Asociación pueda cumplir sus objetivos y fines y que el pueblo de Cáceres conozca, quiera y venere a San Jorge como se merece, y si puede ser en una capilla o ermita mejor. Tienen en marcha un proyecto de realización de una escultura de San Jorge para que sea expuesta en la Plaza Mayor, ojalá lo logren.

FUENTE: EL CRONISTA