El documento que vamos a transcribir pertenecen al Archivo del Convento de San José de Carmelitas Descalzas de Granada (ACCD). En 1582 llegó a Granada en unión de seis monjas más, la V. M. Ana de Jesús, coadjutora de Santa Teresa, para fundar un convento en Granada, por expreso encargo de la santa, que no pudo acudir a la fundación personalmente. Establecido al principio en unas casas particulares en la calle Elvira, no fueron pocas las dificultades que hubieron de vencerse para asentar la fundación; una vez resuelto el problema que planteaba el Arzobispo de Granada, se establecen en unas casas que habían pertenecido al Gran Capitán y que ahora eran propiedad de don Luis Fernández de Córdoba. Veamos el documento:

Gonçalo Fernández de Cordava, duque de Sesa y comendador de Cabra, señor de la casa de Baena, etc.

Digo que por cuanto yo tengo mucha obligación y amor a doña Francisca de Córdava y Çapata, mi prima, assí por ella como por lo mucho que devo a sus padres y an hecho por mí y yo diseo hazer por ellos en su consentamiento qual mas que lo que aquí podría de pie, pues estoy obligado por muchas causas a ello para alguna manera demuestra lo dicho aunque pequeñas hago graçia y donaçión a la dicha doña Françisca de Córdova y Çapata de una cavalleriza que yo tengo y posseo en la ciudad de Granada, questa frontero de las casas principales de los dichos señores don Gabriel de Córdova y doña Ana Çapata con todas las cámaras questan sobre la dicha cavalleriza hasta el tejado y entrada della.

La qual con las dichas cámaras hasta dar con la otra cavalleriza y cámaras de los dichos señores pasa na parte y pasa otra con una almagría suya y por otra con las huertas de las cassas principales que yo en la dicha çibdad tengo y el testero de la dicha cavalleriza y de la pared della a una callejuela sin salida que tiene una reja, que solía ser de [roto] saladero y dormitorio salud y graçia y otorgaçion de una casa questa frontero de la cassa de los dichos señores en que el presente vive en ella Lázaro de Marchena, escrivano público de la dicha çibdad con todo lo que el posee y le pertenesçe y pertenesçenos çer que alinda por la una parte con la caballeriza y casas susodichas de los dichos señores y por la otra con casa mía en que solía vivir el bachiller Olmedo y por la espalda con mis casas principales y así mismo le hago graçia y donaçión a la dicha doña Françisca de otras casas que estan junto a estas que son las que e dicho en que solía vivir el bachiller Olmedo y al presente vive en ellas por alquiler de Juan de Moya y Mari Álvarez, su mujer, hija de Juan de Carmona, escrivano público, que fue en la dicha çibdad, y esta casa tiene la puerta frontera de otras casas de los dichos señores don Gabriel de Córdoba y de doña Ana Çapata en que el presente vive, es licencia Alonso Iañez de Ávila, y por otra parte alinda con otra casa que yo tengo y poseo questan a la vuelta de la calle que va a Bibataubí, donde están estas junto a mi casa principal que yo tengo en la dicha ciudad con parte de la qual almida.

Y todo lo suso dicho le doy y hago graçia ydonaçión irrevocable entre vivos a la dicha doña Françisca de Córdova y Çapata, mi prima, para que desde luego lo posea y pueda tomar y tome posesión de ello ante un escrivano dé su bien visto, le fuere y tener y poseer por suyo propio para ella y sus herederos y desçendientes y haga dello a su voluntad como de cosa suya y propia y prometo y doy mi fe como señor y cavallero de no ir ni venía contra esta donaçión y graçia que hago a la susodicha por ninguna cosa que subçeda ni subçeder pueda por quanto de mi propria y espontánea voluntad haga la dicha graçia y donaçión y con la misma questo haga si la hiziera de todo aquello que me queda según e dice de que poder dice tener por las causas que arriba e dicho y traen muchas casas a donde diera de [ilegible] sea esta carta. Salud y graçia. Esta firmada de mi nombre y refrendada de mi secretario. Dada en Toledo a VII días del mes de julio de mill y quinientos y sesenta años. [Firmas] Gabriel y Gonçalo de Córdova.

Don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, casó en dos ocasiones, del primer matrimonio con su prima Isabel de Montemayor se tienen escasas noticias, al fallecer ella a poco de celebrarse. Estuvo casado en segundas nupcias con doña María Manrique de Figueroa y Mendoza, hija tercera de don Fadrique Manrique de Castilla, Señor de las Villas del Hito, Baños, Quintanilla y otros estados, Alcalde Mayor, Alguacil Mayor y Alcaide perpetuo de Écija, Comendador de Azuaga de la Orden de Santiago, hijo de don Pedro Manrique Adelantado de León, y de doña Leonor de Castilla, hija del Duque de Benavente, bastardo del Rey don Enrique I. Fruto del matrimonio entre el Gran Capitán y doña María Manrique nacieron dos hijas; doña Beatriz de Córdoba, que murió doncella en Génova, y doña Elvira, que quedó por única heredera. Como es de suponer, el casamiento de doña Elvira de Córdoba fue muy pretendido. Doña Elvira estaba destinada para mujer de don Luis Fernández de Córdoba, primogénito de la Casa de Cabra. El primogénito del matrimonio, don Gonzalo Fernández de Córdoba, daba continuidad a la línea del Gran Capitán como III duque de Sessa, de Terranova, Andria y Sant Angelo, Marqués de Vitonto, V Conde de Cabra, V Vizconde de Iznájar, primer Duque de Baena, VII Señor de la Taha de Órgiva y de Busquístar y de las Villas de Rute, Zambra, Doña Mencía y Albedín, Grande de España de los de primera clase y antigüedad, Gobernador y Capitán General del Estado de Milán, Capitán General de la Mar de Levante, Capitán General de los Ejércitos del Rey Católico en Italia y su Vicario, su Capitán General en la guerra de la rebelión de los moriscos de Granada, Gran Almirante de Nápoles, de los Consejos de Estado y Guerra de Felipe II, Caballero de la insigne Orden del Toisón de Oro y Alcaide de Castel de Ferro. Fue el último varón primogénito de esta rama de la familia.

Nacido en Cartagena el 27 de Julio de 1520, quedó huérfano con 6 años a la muerte del Conde su padre, con 4 años había fallecido la duquesa de Sessa, su madre. Se crió en Granada, bajo la tutela de la duquesa de Terranova, viuda del Gran Capitán, su abuela materna, hasta los 11 años, en que por el fallecimiento de esta Señora, se confirió su tutela y el gobierno de sus estados a don Pedro Fernández de Córdova su tío, Señor de la Zubia, hermano de su padre. Posteriormente pasó a ser tutelado por don Juan Fernández de Córdova, Deán y Canónigo de Córdoba, Abad y Señor de Rute, hermano mayor de don Pedro, con quien vivió de joven el duque en las casas del agua, vecinas á la Catedral de Granada, recibiendo una esmerada educación tanto en las armas como en las letras. Si las glorias militares del Gran Capitán habían sido grandes, las de su nieto en Italia no le fueron a la zaga. Los franceses a la cabeza del general De Brissac habían ocupado el Piamonte y el Monferrato, molestando frecuentemente el estado milanés, que entonces pertenecía a España. Don Gonzalo, que reunía todas las condiciones militares para oponerse a los movimientos ofensivos del francés, fue nombrado, en 1558, gobernador del Milanesado para el mando de las tropas españolas.

Fue uno de los primeros personajes del reinado de Felipe II, honrado con el collar de la Orden del Toisón de Oro en el año 1556 y uno de los Grandes más autorizados y de mayor representación de aquel siglo XVI, verdadero apogeo de toda la vida española. Su afabilidad y llaneza mereció la estimación del Rey Prudente y el honor de figurar entre los cinco Duques que aquel creó, aunque usó bien poco de este título, y fueron con Baena los de Osuna, Alcalá, Feria y Pastrana, o lo que es igual Córdobas, Girones, Enríquez, Figueroas y Silvas. Con su muerte en 1579

termina la rama mayor de la Casa de Cabra sustitui por la Casa de los Duques de Soma. Al morir don Gonzalo le sucedió su hermana Doña Francisca Fernández de Córdoba y de la Cerda, II duquesa de Baena, VI Condesa de Cabra, VI Vizcondesa de Iznájar, IV duquesa de Sessa, Marquesa de Gibraleón y Condesa de Belalcázar, Grande de España de la primera clase y antigüedad, etc., etc.

Este es el don Gonzalo que encabeza el documento, y que según se dice dona a su prima Francisca de Córdoba y Zapata las caballerizas que tenía en las inmediaciones de la casa de su abuelo don Gonzalo Fernández de Córdoba. Gonzalo, nieto del afamado capitán, se muestra muy agradecido a su tío Gabriel Fernández de Córdoba y a su esposa doña Ana de Zapata, padres de Francisca. El documento demuestra la donación a su prima Francisca hija de Gabriel y Ana de unas cavallerizas que se encontraban sujetas a su mayorazgo.

Bibliografía

MURCIA CANO, M.ª Teresa. Las Carmelitas descalzas de Granada y los Fernández de Córdoba. En II Congreso sobre los Fernández de Córdoba. Alcalá la Real 2021.