POR JOSÉ ANTONIO AGÚNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE MALPARTIDA DE CÁCERES
Vaya por delante mi felicitación en su onomástica a todas las Juanas y Juanes, con sus múltiples compuestos y diminutivos. Fueron estos, sin duda, algunos de los nombres más queridos por la población a lo largo de los siglos, pues puedo deciros que Juan ocupa desde el siglo XVI el primer puesto entre los varones y Juana el tercero -después de María e Isabel- entre las mujeres.
Y no son pocos, pues 6.799 (prácticamente el 15% de los bautizados) recibieron desde 1596 el nombre de Juan o Juana. Quizá ello fue debido a la devoción, hoy ya perdida, que en Malpartida se le tuvo a este peculiar santo: San Juan Bautista, del que contamos con una pequeña imagen en la ermita de los Santos Mártires.
Es esta una talla de madera policromada, probablemente del siglo XVIII, que se encuentra hoy muy rota y deteriorada por el paso del tiempo. A ver si nos animamos pronto los malpartideños -los que llevan el nombre de Juan y los que no- a allegar fondos para una consolidación y restauración de esta bonita imagen pues se nos representa en ella, como era propio en la iconografía de la época -recordemos los cuadros de Murillo y otros artistas-, a San Juan niño -San Juanito- vestido con pieles, -pues vivía en el desierto-, acompañado de un cordero a sus pies.
San Juan es considerado uno de los grandes santos de la Iglesia, profeta, mensajero y precursor de Cristo, a quién bautizó en el Jordán, por eso quizás, se estableció en el santoral que si la celebración de la fiesta del nacimiento de Aquel se situó un 24 de diciembre en pleno equinoccio de invierno, la de éste se haría coincidir con el equinoccio de verano, el 24 de junio. Tiempos ambos que abren dos ciclos: el que va del verano al invierno (de la vida a la muerte) y el que va del invierno al verano (de la muerte a la vida).
No es de extrañar por ello, los innumerables ritos, creencias y supersticiones que desde tiempos remotos han precedido a la noche y a este día de San Juan. Que la confluencia de esas fuerzas mistéricas se derrame en beneficios y energía positiva sobre todas y todos los Juanes y también sobre los que los queremos y apreciamos.