POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE GARCIEZ (JAÉN)
San Marcos y las Habas.
Conozcamos las obligaciones de los seis Hermanos -sin Hermandad-, los cuales no pertenecen a una LISTA, ni tienen unas REGLAS a las que atenerse, sino que lo hacen todo desinteresadamente, de forma altruista y que son un ejemplo de caridad cristiana. Los hombres -según nos relató D. Juan Ramón Fernández Garrido “El Viejo”, en 1976- salían a pedir una limosna para los aliños de las habas, dando cada vecino lo que buenamente podía, «sin exigencias» -apostillaba «El Viejo«-. Además de esto, el Marqués de Viana, daba todos los años las HABAS, que eran y son las verdaderas protagonistas de la Fiesta, el aceite, la harina -para los buenos roscos de San Marcos- y la leña, la cual tenía que ser cortada por los Hermanos –(hasta 1977, así era, pero tras la venta de sus propiedades dejó de ofrecer los citados productos y fue el pueblo quien se encargó de prepararlo todo)-. Cuando todas las obligaciones estaban cumplidas, ya solo quedaba su realización y así llegábamos al día 23 de abril, primer día de Fiesta, en el cual los seis Hermanos se marchaban al trabajo y eran las Hermanas, sus esposas, las encargadas de hacer los Roscos con “matalahuva”, los cuales acompañarían a las HABAS en el día de San Marcos Evangelista, el día 25 de abril, tras la procesión. Su elaboración se hacía y se hace en el horno de la localidad amasando la harina, mezclada con aceite, dos elementos básicos de nuestra cocina maginense y muy abundantes en el término municipal de Garciez. Las Hermanas solían invitar a las mozas del Pueblo, para que las ayudasen en la faena y luego eran recompensadas con un baile popular, donde todos se divertían sanamente. El día 24, no trabajaban ya los Hermanos y así los seis matrimonios se reunían con el fin de cocer las Habas, una Caldera por matrimonio y además un calderillo de cobre, las cuales eran comidas y degustadas por los Hermanos. Después vestían al Santo y se disponían a adornar su trono, con flores y frutos del tiempo. El día 25, festividad de San Marcos, tras la Misa y Procesión del Santo, el Párroco bendecía y bendice aún hoy las habas en la Puerta de la Iglesia y se degustan entre todos los asistentes. También, San Marcos, como santo protector de los campos en estas tierras sedientas, recibía bien como imprecación o como refrán, la siguiente cancioncilla:
“¡Santo San Marcos,
abre los arcos
que, si no llueve,
no saldrán charcos!”.
Cristo de las Injurias.
El 29/IV/1928, el Párroco de Garciez, D. Antonio Rodríguez Fernández (Bedmar, 1897-1968), recibió la visita de la “respetable y numerosa Comisión de la Hermandad del Señor de las Injurias entre los que se encontraban el Hermano Mayor, Narciso Garrido Viedma y el secretario, Juan Francisco Fernández” y todos ellos con un único deseo “que no decaiga la fe y los cultos que se le atributan”, debido a juicio de la misma “de la lamentable organización de dicha Hermandad y la crisis de fe y disciplina por la que atraviesa, que les hace considerarla como deshecha”. Por tal motivo acudieron al Párroco y le rogaron les redactase un Reglamento “que los ajustase a una recta disciplina y organización”. El Párroco se comprometió a realizar dicho Reglamento y cumplir con los deseos fervientes de estos Hermanos del Cristo de la Injurias. El día 5 de mayo de ese mismo año, les presentó D. Antonio el breve Reglamento, el cual “les llenó de satisfacción y agrado” al tiempo que hacían la siguiente súplica pública al Señor de las Injurias:
“Quiera el Señor de las Injurias, que, como Dios es el que mueve las voluntades, que no nos movamos por intereses particulares, amor propio u otras pasiones, y que no sea en balde este intento de renovación, organización y piedad”.
Y terminar con un alegre y satisfecho:
¡Viva el Señor de las Injurias!
Canto al Cristo de las Injurias
“Cristo Santo, Cristo bueno
con tu inmaculado Amor
no te olvides de Garciez.
Da perdón y gracia plena
y ven a nosotros y derrama
de tu Amor la ardiente llama
en nuestro pecho contrito
pues saber que es infinito
el Amor con que te aclama”
(D. José Gámez Gámez).
- Andrés Fuentes León, en el Programa de las Ferias y Fiestas de Garciez de 1983, nos dejó esta reflexión sobre la devoción a su Cristo:
“En el fondo de nuestras almas,
todos los seres humanos
tenemos un gran pilar.
El que sus ojos no bañan,
es que no ha aprendido a amar.
¡Bañemos nuestros ojos en las aguas de tan maravilloso pilar!
Amémonos y hagamos por todos los tiempos
cómo nos amó a todos ese Cristo de las Injurias
a quien hoy como todos los años celebramos sus fiestas”.
Sobre la Asunción de Nuestra Señora quiero señalar que se celebran sus fiestas el 15 de agosto.
¡Felices ferias y fiestas a todos los Garcilenses!
FUENTE: JM.T.B