ARTÍCULO QUE CITA A JULIÁN HURTADO DE MOLINA DELGADO, CRONISTA OFICIAL DE EL CARPIO (CÓRDOBA) Y CÓRDOBA.
Más de una docena de construcciones dedicadas al arcángel se elevan en plazas y otros emblemáticos lugares de la ciudad.
San Rafael, siempre omnipresente en el caminar diario de los habitantes y visitantes de Córdoba gracias a los triunfos. Dedicados al arcángel en plazas y algunos de los lugares más emblemáticos, transmiten la seguridad de que desde lo alto vela por todos.
En torno a una docena de monumentos de San Rafael constituyen uno de los elementos arquitectónicos urbanos más originales del culto al protector. Los triunfos siguen el canon de un pedestal, una columna y, arriba, una imagen del Arcángel.
Como el más innovador y reciente hay que citar el triunfo ubicado en la rotonda de la calle Sebastián Cuevas, del barrio de la Fuensanta, que se estrenó en el año 2014. En el polo opuesto brilla la escultura del Custodio, de mediados del XVII, dispuesta sobre el Puente Romanopara agradecer el fin de la peste.
El patio de la iglesia del Juramento conserva uno de los más antiguos: el que los condes de Bobadilla tenían en su finca de Encinarejo, luego en la Sierra y después cedieron a la hermandad, según recuerda para ABC el cronista oficial de la ciudad, Julián Hurtado de Molina.
Parte de un antiguo triunfo que hubo ante el convento franciscano de la Arruzafa es el San Rafael situado en la puerta del cementerio del mismo nombre. Junto al muro de la Misericordia, en una pequeña plaza, también aguarda un triunfo.
La sucesión de epidemias y los jesuitas (que traen la devoción a San Rafael a Córdoba, según el cronista oficial) tienen una influencia grande en la acogida de esta devoción entre los cordobeses.
A partir de 1755, tras el terremoto de Lisboa prolifera este símbolo urbano. El Ayuntamiento y los nobles «se suman a esta corriente de religiosidad popular». Asimismo, el boom del nombre entre los niños que nacen está tras la pujanza de esta seña de identidad, según resume Hurtado de Molina.
La hermandad de San Rafael contabiliza en la actualidad diez triunfos completos y parte de otro. Y distingue entre tres grupos, según si están como protección en las entradas urbanas, ante una iglesia para fomentar la devoción de los fieles o junto a casas como ofrenda.
Escudo contra epidemias
Entre los situados a la entrada de la ciudad como escudo contra epidemias y enfermedades hay que citar el de la Puerta del Puente (1781), el de Puerta Nueva (1747), el del puente de San Rafael (1953), el de la plaza del Santo Cristo (1975), el de la Puerta de Plasencia en el Alpargate (década de los 70) y el de la antigua estación de ferrocarril (1743), antes en el Alcázar de los Reyes Cristianos.
Como triunfos de las plazas frente a parroquias o conventos sobresalen el triunfo de la Compañía (de 1736, que impulsaron los jesuitas), lo que queda del de San Basilio (1763), o el que estuvo en San Hipólito (1768), pero ahora se encuentra en la plaza del Potro (1768). Situado delante de la casa de un noble como ofrenda de devoción figura el de la plaza de los Aguayos, mandado construir por los marqueses de Santaella (1761).
En la provincia, Castro del Río y Aguilar de la Frontera también disponen de triunfos a San Rafael.