POR MIGUEL RÍOS, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA)
No con intención de asustar, al contrario, de dar ánimo, me permito contaros algo que sucedió hace 135 años: En sesión de 28 de junio de 1885, por el Sr. Alcalde se manifestó que desgraciadamente, hoy han declarado los facultativos oficialmente la existencia del cólera morbo asiático en Blanca, las partidas de la huerta son las más castigadas, en particular los de Baina, Solvente, Campillo y Buila. Se acordó declarar oficialmente la invasión de la epidemia en este pueblo, dándose conocimiento al Sr. Gobernador y que se excite el celo de la Junta de Sanidad para atender a todas las necesidades que se presenten.
Como vemos, Blanca no se vio libre de la terrible epidemia de cólera pero, como pueblo fervoroso de sus patronos, San Roque y Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, dio pruebas de su fe pidiéndoles su intercesión ante Dios; se vivieron momentos muy duros, más que ahora, entre otras medidas se tomó la de que se provea de los artículos de primera necesidad por el término de dos meses, de trigo, de aceite, comestibles, arroz, azúcar, garbanzos, habichuelas y sal, vino, aguardiente y vinagre, además de no permitir en este término a ninguno de los carreteros ni arrieros que provengan de puntos invadidos, al mismo tiempo que las ventas de San Roque y Ruiz, con el objeto de evitar cualquier compromiso que pudiera ocasionárseles a los venteros, darle orden de no admitir a ningún pasajero. Tampoco hubo fiestas, en agosto.
Se superó, como ahora también se superará.
En la sesión ordinaria del día 6 de septiembre, por el señor Alcalde se manifiesta que de acuerdo con el señor Cura de la parroquia de esta villa, mediante a que hace ya más de quince días que no se ha producido ningún nuevo caso de la epidemia de cólera morbo asiático tanto en la población como en los partidos rurales, habían dispuesto que el día ocho del presente mes, día de la Santísima Virgen, se cante una solemne misa con sermón en acción de gracias al Todopoderoso en la iglesia parroquial; y así, el 8 de septiembre, con todo el pueblo de luto (fallecieron 155 vecinos) se llenó el templo parroquial para dar gracias a Dios y a sus patronos.
El Ayuntamiento, en fecha de 5 de octubre del dicho año se manifestó, de acuerdo con el párroco D. Francisco de Paula Núñez Cano, se trasladase a su ermita del campo al patrono San Roque y que allí se celebre una solemne función religiosa en acción de gracias y ofrecer una comida, propuesta por el señor Alcalde D. Juan Antonio Trigueros Martínez.
El día 11 de octubre tuvo lugar una procesión con los patronos por las calles de la localidad y, a su término, misa de acción de gracias. También se hicieron sendos novenarios a los patronos.
La procesión romera y a la función de la iglesia en la ermita de San Roque como tributo de homenaje al santo Patrono, se realizó el último día de octubre, se ofreció la comida propuesta por el señor Alcalde, compuesta de un gran rancho de arroz, garbanzos, judías, patatas, carne y tocino, con el pan correspondiente, sufragada de los fondos municipales, puesto que es un gasto que redunda en beneficio de las pobres gentes de este pueblo, y para llevar a efecto la expresada comida se dio comisión al Segundo Teniente Alcalde, D. Rafael Molina Cano. Los gastos de esta suculenta comida ascendieron a 153,75 pesetas.
Nosotros, cuando este coronavirus sea vencido, que lo será pronto, también podemos realizar algo similar a lo que nuestros antepasados hicieron: procesión con nuestros patronos, novenario a cada uno de ellos, misa de campaña, en la plaza, dando gracias y, como no, romería a la ermita de San Roque. ¿Por qué no?
Ánimo a todos, venceremos con nuestra oración y responsabilidad en el cumplimiento de las indicaciones de Sanidad.