JOSÉ MARÍA FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Vamos a ver si en mi «barullo mental» soy capaz de seguir un orden.
Desde tiempos antiquísimos la marinería observó que, en días de fuerte tormenta, en la punta de los mástiles de los barcos aparecía una «luminiscencia» extraña, que consideraban señal de desgracia y presagio de tragedia.
Pasado el tiempo, y ya bajo influencia de creencias cristianas, los marineros denominaron a esta «luz» como FUEGO DE SAN TELMO en honor de San Erasmo de Formia (Sanct Elmus), patrono de navegantes, entendiendo que tal «aparición luminosa» era señal de próxima bonanza.
Hubieron de pasar muchos siglos para que se supiera, mereced a las experiencias de Franklin, que en los cuerpos electrizados la mayor densidad eléctrica superficial se concentra en las zonas de menor superficie (ley de Franklin o ley de las puntas), y en ellas se producen las descargas eléctricas.- ¡He ahí el fuego de San Telmo!
Pero, ¡ay, amigos míos!, la cosa no quedó ahí.
Resulta que en el año 1190 nació en Frómista (Palencia) PEDRO GONZÁLEZ TELMO, sobrino de un obispo palentino que le orientó hacia la vida sacerdotal. Ya sacerdote y canónigo en la catedral palentina y hasta deán ,(por «enchufe», claro está), ingresó en la Orden de Predicadores (Dominicos),donde gozó fama de excelente orador, siendo nombrado confesor y capellán del rey Fernando III el Santo. Falleció en Santiago de Compostela en1246 y fue canonizado por Benedicto XIV a mediados del siglo XVIII.
¿Y qué sucedió ? Pues fíjense ustedes en el «disparate» de santoral. La marinería dio en confundir a su patrono real, Sanct Elmus de Formia al que llamaban San Telmo, con San Pedro González Telmo de Frómista, que nunca navegó por esos mares océanos, y al que ahora también se venera como santo protector de navegantes.
¡Qué cosas!
LA POLEDURA, o LA POLADURA es un núcleo de población o aldea perteneciente a la parroquia de San Juan de Duz, en Colunga.
Su ubicación, en altura y proximidad sobre el mar, fue una de las señales de «tierra firme» para la marinería que buscaba el puerto-refugio de Lastres. Y allí las gentes, para mayor signo de orientación, levantaron una ermita en honor de SAN TELMO y de la VIRGEN DE GUÍA, a quienes dedicaban culto y fiesta.
Perdida esta costumbre devota y festiva, de nuevo cobra vida gracias a la iniciativa de las gentes de La Poledura. Habrá este fin de semana misa, ramu, comida comunitaria vecinal… y muchos recuerdos de vivencias pasadas.
Y hasta me dicen que llevarán TARTAS DE FIESTA como se hacían antiguamente.
Verán.
Con harina, huevos (unos 6) y azúcar se elabora un bizcocho según costumbre (claras a punto de nieve que se mezclan con el azúcar, las yemas batidas y la harina, y hornea hasta que cueza perfectamente.
Este bizcocho, ya frío y desmoldado, se divide en horizontal en dos mitades.
La que hace de base se baña con un almíbar aromatizado con brandy; sobre ella se extiende una capa de crema pastelera y se cubre con la otra lámina de bizcocho, que también se baña con almíbar. Se decora con una fina capa de dulce de yema adornando con merengue y frutas rojas escarchadas.
«DICEN» que el sábado y domingo brillará un sol de verano. Hoy, en Gijón, «orbaya con gustu»