POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
En una crónica de José Crisanto López Jiménez, aparecida en ‘La Verdad de Murcia’ del día 2 de agosto de 1953, se describe que San Vicente Ferrer, misionando desde Molina a Cieza, en dirección a Castilla, hizo escala en mi pueblo Ulea; en donde se dice que pernoctó.
Pueden ser los vestigios del Santo misionero los que motivaron la extraordinaria devoción de los vecinos a la Santísima Cruz? y “una Cofradía de la Preciosísima Sangre que encontró” ya formalizada.
Transitó por el puerto de la Losilla, en su camino hacia tierras de Castilla. ¿Podremos remontarnos al siglo XIII para encontrar referencias a la veneración de la Santísima Cruz en mi pueblo? ¿Tuvo mucho que ver San Vicente Ferrer en la instauración de la Santísima Cruz, en mi localidad? ¿Qué relación tenía la parroquia con la de Santa Eulalia de Murcia, al encontrar una cofradía de la Preciosísima Sangre en la parroquia de San Bartolomé, teniendo en cuenta que se fundó en la parroquia de Santa Eulalia?.
Son enigmas difíciles de averiguar. Pero ¿Llegará el momento en que verán la luz? Seguro que nacerán investigadores que llegarán a su punto de partida.
En posteriores investigaciones “El apóstol de Europa”, San Vicente Ferrer, no ha dejado de ser padre de la murciana Cofradía de la Preciosísima Sangre de Jesucristo, ya que las escrituras del Licenciado Montoya y del predicador trinitario, Fray Miguel Ponce, cura de la Villa, así lo atestiguan, al dar fe de que la ‘Cofradía de la Sangre’ es la misma que el día 11 de abril de 1411 fundó en el templo de Santa Eulalia de los Catalanes el santo valenciano de la unidad nacional, San Vicente Ferrer.
El cura de mi localidad Miguel Ponce da fe de que la Cofradía de la Sangre, documentada desde el año 1603, es la misma que la que se fundó en la parroquia de Santa Eulalia.
El padre Vidal, fraile de la Orden de los Predicadores, relata este dato en un documento concerniente a la Cofradía de la Sangre en fundada en el año1577 en mi pueblo, en la que “el trinitario Vicario señala que allí predicó el Santo Vicente Ferrer”.
El mismo fraile, Francisco Vidal, atestigua, en su relato, diciendo qué, en Ulea, culminaron las conversaciones de Vicente Ferrer con Soleimán Haleví, más tarde Obispo de Cartagena, tras su conversión; con el nombre de D. Pablo de Santamaría.