POR ALFONSO ROVIRA, CRONISTA OFICIAL DE ALZIRA (VALENCIA)
San Bernat, príncipe almohade, hijo del arráez de Pintarrafes en Carlet; se convirtió al cristianismo en el monasterio de Santa María de Poblet, en Tarragona, donde fue monje del Císter, y por último, martirizado en Alzira en el siglo XII, 1180.
El 23 de julio se celebra su festividad en Alzira, donde con sus hermanas Gracia y María, son patronos de la ciudad desde el siglo XVII.
Invitados por miembros de la Germandat del monasterio de Poblet en Alzira; Cofradías patronales de San Bernat de Carlet y Alzira y Ayuntamientos de ambas poblaciones, se desplazaron a Alzira, el abad de Poblet, Octavi Vilà Mayo y el Padre Salvador Batet, para participar en los actos que se desarrollaron el sábado 22 y domingo 23 de julio en Carlet y Alzira.
Al mediodía del sábado los monjes llegaron a Alzira donde fueron recibidos por el alcalde, Diego Gómez, José Luís Andrés, de la Germandat de Poblet y los dos cronistas oficiales, Aureliano Lairón y el que suscribe esta crónica. Instantes después realizaron un pequeño recorrido por el centro de la ciudad, visitando los casalicios dedicados a los Santos Patronos; monumento al rey Jaime en la plaza de la Constitución, el habitáculo donde se hallaba la capilla de la Sangre y el inicio del circuito amurallado en el Mercat. Después se trasladaron al Círculo Alcireño donde admiraron los salones valenciano y árabe de nuestra centenaria “Gallera”.
Al atardecer los ilustres visitantes fueron recibidos en el salón noble se sesiones del Ayuntamiento, donde el alcalde les dio la bienvenida a la ciudad en nombre de la corporación municipal donde se hallaban también la presidenta de la cofradía de Sant Bernat, Consuelo Peris; de la Virgen de Lluch, Antonio Sancho y Ana Lluisa Andrés; de la cofradía de la Murta, Juan Pellicer; falleras mayores con el presidente de la Junta; alcadesa de Carlet, María José Ortega y el alcalde de Benimodo, Francisco Teruel. Tras firmar y añadir una dedicatoria en el libro de honor del Ayuntamiento y obsequiar el alcalde al abad el “Libro de Pergaminos de la Cancillería Real”, obra del que fue cronista y archivero municipal, Don José María Parra y una carpeta de dibujos de artistas alcireños y de Manolo Boix. Del Ayuntamiento se trasladaron a la parroquia de Santa Catalina donde se celebraba el último dia del novenario dedicado a los patronos, donde al terminar la eucaristía, Consuelo Peris, presidenta de la archicofradía patronal, impuso la medalla de los patronos al abad Octavi y al Padre Salvadsor. A continuación abriendo marcha la Colla de xirimiters y tabaletets, “la Rabossa”, desfilaron hasta los casalicios en la Avenida, donde ofrecieron ante las imágenes, unas coronas de laurel.
El domingo 23, el alcalde y representación de la archicofradía alcireña, se desplazaron a la ermita de los Santos Patronos de Carlet, en la partida de Pintarrafes, donde se celebraba una misa el aire libre. A las nueve y media tras la llegada de la peregrinación de carletins en romería desde la parroquia de la Asunción, portando las reliquias de los patronos, dio comienzo la eucaristía en el “templo de la naturaleza”, presidida por el abad de Poblet en la explanada, bajo las moreras que acogían a más de un millar de fieles, devotos de San Bernardo y sus hermanas. Al terminar la celebración, el abad Octavi, procedió a la bendición de la imagen de Sant Bernat, de bronce, obra del artista carletí Jaime Espí, que será obsequiada a la abadía de Poblet en la programada visita de los carletenses y alcireños el 2 de septiembre, día en que los monjes celebran la festividad a Sant Bernat. Esta bella imagen ha sido costeada por los Ayuntamientos de Carlet y Alzira y cofradías patronales de Sant Bernat de ambas poblaciones.
Procedía después la visita al Ayuntamiento de Carlet, donde el abad dejó impresa su dedicatoria en el libro de honor de este Ayuntamiento, obsequiándole la alcaldesa, María José Ortega, con un libro de la historia de Carlet.
Una nueva parada obligatoria fue vecina población de Guadassuar, para visitar el lugar, en el “Ravalet”, por donde discurría la acequia del “Molinet”, donde fueron bautizadas las hermanas de Bernardo, Zaida y Zoraida, con agua de esta acequia, con los nombres de Gracia y María, cuando huían hacia Alzira siendo perseguidos por su hermano Almanzor quien en un paraje cercano al río Xúquer, que bordea la ciudad, martirizó a sus hermanos, quienes renunciaron a su nueva religión cristiana. A continuación visitaron la “Pileta del martiri”, donde se detuvieron en el ermitorio y en el lugar donde se conmemora recibieron el martirio. De este punto se trasladaron al Santuario de la Virgen de Lluch, donde los monjes del cister, veneraron y besaron el manto de la patrona de los alcireños y el abad firmó en el libro de honor de la cofradía mariana.
Por la tarde, a las 7.30, se celebró en el altar relicario de los mártires, en la parroquia de Santa Catalina, la eucaristía presidida por el abad, al que acompañaban en la concelebración, sacerdotes de las parroquias de Alzira y el párroco de Onda, ciudad hermanada con Alzira, donde también entre los invitados existía una representación de aquella ciudad.
La misa fue acompañada por la coral “Ciudad de Alzira” y al terminar partía la procesión general, este año un poco reducido del trayecto habitual, por las obras existentes en las calles principales del Arrabal de San Agustín.
Al abad no se le secó la pluma para firmar en los libros de honor de los Ayuntamientos de Alzira, Carlet y Guadassuar; de la cofradía de Carlet; del Santuario de la Virgen de Lluch; Archicofradía de Sant Bernat de Alzira y Cofradía de la Virgen de la Murta.