ANTÒNIA MATEU RAMIS, A SUS 97 AÑOS, POR PROBLEMAS DE MOVILIDAD, NO ESTUVO PRESENTE Y FUE SU SOBRINO-NIETO, JORDI LLABRÉS, CRONISTA OFICIAL DE CENSELLES, FUE EL ENCARGADO DE RECOGER SU OBSEQUIO
Sencelles vivió este miércoles la festividad de su patrona, Santa Àgueda, con sencillez y devoción. La parroquia se llenó por completo durante una misa en la que numerosas personas se acercaron a venerar la figura de la santa, mientras los monaguillos repartían estampas entre los feligreses.
Una vez finalizada la eucaristía, los vecinos se reunieron en la Plaça de la Vila para participar del homenaje que cada año organiza el Ajuntament de Sencelles a sus vecinas de mayor y de menor edad, a las que entrega una ensaimada y una botella de cava.
Nacida en 1923, Antònia Mateu Ramis, de Cas Murer, es a sus 97 años la sencellera más mayor por segundo año consecutivo. Por problemas de movilidad, no estuvo presente y fue su sobrino-nieto, Jordi Llabrés, cronista oficial de Censelles, fue el encargado de recogerlo. La benjamina del pueblo fue este año Carme Verd Picornell, de tres meses. Espabilada y muy tranquila, recibió el tributo acompañada por su hermano, Pere, y sus orgullosos padres, Joan y Maria Magdalena.
Acto seguido, el público disfrutó de un aperitivo, mientras intercambiaban saludos y molts d’anys, en «la fiesta que los sencellers sentimos más nuestra, al participar básicamente gente local», resume el alcalde, Joan Carles Verd.
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