POR MARÍA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAILES (JAÉN)
Decía mi madre que: Santa Lucía acortaba la noche, y alargaba el día; y algo de eso hay de cierto, por que el 21 de diciembre se inicia el invierno, y los días comienzan a ganar unos minutos muy lentamente. Tal vez por esa luz que paulatinamente se va ganando desde el 13 de diciembre, es por lo que siempre he asociado el nombre de Lucía-Lucio con Luz, con esa llama de amor a Dios que es difícil de apagar pues lejos de extinguirse con el paso de los años va ganando intensidad a medida que nos adentramos en el invierno de nuestras vidas.
Santa Lucía debe ser para los fraileros un ejemplo a seguir en nuestro peregrinar por este mundo, teniendo en cuenta que todos estamos llamados a la santidad, por eso sería bueno aprovechar la celebración de nuestra Santa Patrona para reflexionar sobre la vida que ella llevó y como puede ayudar a los hombres y mujeres del siglo XXI.
Lucía nace entorno al año 280, en Siracusa, ciudad de la isla Italiana de Sicilia. Desde muy joven se consagró a Dios y mantuvo en secreto su voto de virginidad. Malos tiempos los que le tocaron vivir a Lucía, pues el emperador de Roma, Diocleciano perseguía a los cristianos para exterminarlos, y Lucía que había rechazado a un pretendiente, pues solo deseaba servir a Dios, fue delatada por éste al procónsul Pascasio, quien la amenazó con llevarla a un prostíbulo si no apostataba de su fe en Dios. Nada consiguieron de una mujer con ideas tan firmes sobre su fe en Cristo resucitado. Cuando los soldados intentaron llevársela para cumplir el castigo, no pudieron moverla del sitio, y uno de los guardianes sacó la espada y la decapitó, era un 13 de diciembre del 304, por eso lleva en su mano izquierda una palma, símbolo del martirio. Otras leyendas afirman que era una mujer muy bella y como ella tenía hecho voto de virginidad no quería llamar la atención de los hombres y se sacó los ojos, por eso también se le representa con una copa en la que lleva dos ojos, de ahí que ejerza su patronazgo sobre la vista, siendo patrona de oftalmólogos, sastres y modistas.
Pero lo que hemos contado sucedió hace mucho tiempo y hoy a principios del tercer milenio, ¿sirve para algo recordar a Santa Lucía? Si, y mucho. Los santos nos sirven como modelos a imitar en la vivencia de virtudes, son pues puntos de referencia. Los santos interceden por nosotros, y nos enseñan a interpretar el evangelio, evitando el acomodarlo a las desviaciones de nuestra forma de ser y a un mundo que invita al culto del dinero y de la propia persona.
Por lo que respecta al patronazgo de Santa Lucía en Frailes, sabemos que cuando la familia de los Valencia crean la ermita y la ponen bajo la advocación de Santa Lucía lo hacen teniendo en cuenta que los sastres participaran en los gastos que se ocasionen, ya que para los sastres el conservar una buena vista es primordial, pues las gafas eran una prenda rarísima y si les flaqueaba a vista, su trabajo se resentía, de ahí que se pensase en la santa que protegía la vista, y con ella los oficios que necesitaban de este sentido de manera especial.
Nuestra parroquia custodia una reliquia de la santa siracusana que es venerada por los fraileros cada 13 de diciembre como patrona de la Villa. A Santa Lucía también se le da culto en otros lugares del mundo como Siracusa (Sicilia), Venecia, Nápoles, Verona, Roma, en Italia. En América en lugares tan dispares como Buenos Aires, Mar del Plata, Canadá, Syracusa (New York), Brasil. También en Suecia, Dinamarca, en Melbourne (Australia), lo que demuestra la universalidad de una mujer que lejos de caer en el olvido, alienta a muchos cristianos de todo el mundo a mantenerse fiel al amor a Dios, aunque los tiempos no sean muy propicios.
Pero este año la fiesta es mayor sí cabe. Nuestra amena y deliciosa villa se hermana con la ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España). Esta organización nació en 1938 con la intención de responder a las necesidades de los ciegos españoles de las primeras décadas del siglo XX. En este nuevo milenio se mantienen los objetivos de inclusión social, y se han ampliado la acción al resto de personas con discapacidad, al mismo tiempo que impulsan una sociedad civil capaz de situar a todos los ciudadanos en nivel de igualdad como sujetos de derechos. Es la primera vez que la ONCE se hermana con una localidad y este hecho nos ha llenado de alegría y esperanza pues nos planteamos el 2018 para continuar creciendo y posicionarnos mejor en el futuro.
Mucho y muy bueno que celebrar este año el día de la patrona de Frailes y de la ONCE.
¡Feliz día de Santa Lucía!
Fuente: https://mteresamurcia.com/