POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS).
Se cumplen ciento treinta y un años desde que se celebrase en Arriondas la primera misa en honor a Sta. Rita, exactamente el domingo día 22 de mayo de 1892, aunque las ferias no comenzaron hasta cuatro años después, en 1896.
Y -digo bien ferias- porque así se llamaron durante años, pues eran sólo ferias de ganado.
Ya en 1907 se suprimió la feria de San Andrés en Pilanegru -cada 30 de noviembre- y quedaron sólo las de Santa Rita, el 22 de mayo.
Con los años se comenzó a decir ferias y fiestas, hasta llegar a los últimos veinte años, cuando ya nos quedamos sólo con fiestas (que para feria ya tenemos la de mediados de julio, cuya exposición de ganados tuvo su primera celebración el 18 de julio de 1938; el próximo mes de julio se cumplirán ochenta y cinco años).
Las fiestas de Sta. Rita en Arriondas se componían de “foguera”, romería y verbena.
Puntualizo, entonces, que la primera celebración -sólo religiosa, con una misa en honor a la santa-, se celebró exactamente el día 22 de mayo de 1892, recién llegado el nuevo cura de la parroquia don Lino Rubio, cuya iglesia estaba en San Martín de Cuadroveña desde muchos siglos antes.
Los primeros trece años la fiesta religiosa fue en la antigua iglesia -junto al cementerio- hasta inaugurarse el actual templo parroquial en la villa, en mayo de 1905.
La primera imagen de la santa italiana fue donada por doña Rita Fernández y se conservó hasta septiembre de 1936, cuando fue destruida -junto las demás imágenes y retablos- durante la Guerra Civil.
La nueva imagen de Sta. Rita llegó para su fiesta de 1940, donada por doña Elisa Díaz (del chalet Villa María, de Arriondas); la adquirió en Madrid y procede de los conocidos talleres “Arte Cristiano” de Olot (Gerona); es la que seguimos venerando cada 22 de mayo.
De modo que la considerada por sus devotos como abogada de “casos imposibles” vino a ocupar un lugar destacado entre las celebraciones parraguesas, superando por su antigüedad -en cincuenta y siete años- a la Fiesta del Bollu y -en treinta y ocho- al primer Descenso del Sella.
Cierto es que la fiesta del Carmen era una celebración de los vecinos de Cuadroveña, llevando con ella asociada la fiesta Sacramental dos días después, puesto que se celebró cada 18 de julio durante varios siglos.
Hubo otra fiesta -desaparecida hace 134 años- que tenía lugar cada 7 de octubre en honor a la Virgen del Rosario; la documentación que se conserva sobre la misma en el Archivo Diocesano está fechada entre 1760 y 1889 y detalla -año por año- los nombres de los cofrades y los gastos que se hacían para pagar a los curas: misa, procesión, pitanza, ramos de pan, voladores, gaiteros, etc.
Sin olvidar, por supuesto, que -cuando se iniciaron las celebraciones en honor a Santa Rita, en 1892- las de San Andrés, en Pilanegru, ya tenían doscientos veintisiete años (pues están perfectamente documentadas -año a año- desde 1665).
Arriondas se dispone, un año más, a festejar a esta santa italiana que en 1381 fue bautizada con el nombre de Margarita y acabó siendo sólo Rita por la costumbre familiar de abreviar los nombres (una aféresis gramatical), de forma que las dos sílabas finales de su nombre real acabaron siendo su nombre propio.
Añadir que Santa Rita de Casia no es la patrona de la parroquia -como algunos creen-, puesto que lo es sólo san Martín de Tours desde hace más de seis siglos, según consta en el “Libro Becerro” del año 1385 conservado en la Catedral de Oviedo.
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez