POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Decimos por Asturias que «el diablu, cuando cuando non tien que facer, col rau espanta les mosques». Y esto fue lo que me pasó ayer en mi noche de insomnio. En vez de «contar oveyes» me entretuve en leer viejos recortes de prensa referidos a Colunga y relacionarlos con la actualidad de hoy.
Y así, en una GUÏA editada en 1923, se cita entre los establecimientos comerciales colungueses la TABLAJERÍA (¡qué palabra tan bonita con antigüedad del siglo XVI para denominar una carnicería !) de don JOSÉ ALONSO MARTÍNEZ.
¡Demonios!, me dije.
Este José Alonso era «Pepón el de la Luz», padre de «Pinón el de la Mora (Moraima)» y abuelo de «Pinonín», de Ito, de Fátima, de Nierves… Una familia a la que siempre estimé y estimo mucho.
Seguí con mis papeles, ahora del diario ovetense REGIÖN, y veo esta noticia del año 1929: «LAS SARDINAS, QUE SE PESCAN EN GRAN ABUNDANCIA, SALEN DE LASTRES EN CAMIONES A LAS CUATRO DE LA TARDE Y LLEGAN A MADRID A LAS NUEVE DE LA MAÑANA DEL DÍA SIGUIENTE».
Según amplía el comentarista «Reina gran animación estos días entre la clase pescadora, pues se ha presentado en las inmediaciones del puerto un gran banco de sardina, que les da ocasión para ganar unas buenas pesetas. Una de estas semanas ingresaron por tal concepto 50 000 pesetas aproximadamente…Tiene esta pesca de la sardina la ventaja de que hasta niños y niñas de corta edad llenan su hucha en muy pocos días».
¡Qué cosas tiene la vida!
Al leer estas dos noticias las relacioné con una foto, publicada en Facebook hace dos días por mi amigo Gabriel Loredo y que ilustra «estes Histories» de hoy.
Unas sardinas que dicen «¡comedme!» servidas en el Restaurante TIERRA Y MAR, en la estación de servicio de la autovía que pasa por Colunga.
Y, ¿saben ustedes?; la concesión de ese servicio de restaurante está en manos de NIEVES ALONSO GARCÍA, la » fía de Pinón y de la Mora (y desde antes de nacer, me aclara)» y nieta de «Luz y de Pepón».
Nieves tiene larga experiencia hostelera. Explotó durante casi 30 años, junto con «Angel, el míu» (su marido), la cafetería lastrina Mayte y desde hace 5 años los dos restaurantes TIERRA Y MAR de la estación de servicio de ese nombre.
«Aquí -nos dice- solamente ofrecemos el «menú del día».
Un menú de amplia «tentación» pues consta, a elegir, de «12 primeros» y «14 segundos», además de postre, pan y bebida. Y todo al sorprendente precio de ¡¡10 euros!! por comensal.
«Nuestros platos estrella son la fabada, los arroces en paella, los pescados que adquiero en la pescadería de mi hermano ITO en Colunga, y los postres que, salvo los helados, son todos caseros.
Ahora, en verano, privan las SARDINAS Y EL BONITO».
Sardinas del Cantábrico, más sabrosas que las de otros mares, y bonito del Norte, que es el mejor. Dicen los que saben que los meses de verano son los mejores para el consumo de sardinas, pues es la época de su mayor contenido graso y de su mayor actividad sexual.
La plancha, la parrilla, la fritura … siempre enteras y con cabeza son, para mi gusto, un «pecado» que, por ser santo, no precisa penitencia.
No, si ya lo decía un jesuita amigo y compañero mío, «la mejor manera de vencer una tentación es caer en ella».
Ya lo saben.