Se presentó el libro “TALAVÁN Y SU TERRITORIO” escrito por José Antonio Ramos Rubio, cronista oficial de Trujillo, y Oscar de San Macario, un proceso de investigación que surgió con el estudio de las originales pinturas que decoran la extinta ermita del Santo Cristo, donde destaca la decoración de los ángeles demonios o réprobos, como popularmente se los ha dado en llamar. Comenzaron ambos autores un proceso de investigación de Talaván y su término municipal, documentándose en archivos, bibliotecas y realizando un importante trabajo de campo que hoy ve su fruto. El libro, es un auténtico alarde de esmerada impresión y profusión de imágenes, junto con un texto lleno de notas anecdóticas, datos de gran interés artístico, y un contenido bien enfocado sobre la historia de Talaván, llena la laguna, creada por la falta actual de una amplia descripción histórico artística de la población. Es importante destacar que en la actividad metodológica de los autores combina el positivismo riguroso de los datos cronológicos, de los análisis formales, con la mirada sociológica, económica e histórica de cada uno de los monumentos o de los asentamientos estudiados.
Ambos autores han demostrado su indudable madurez científica, que ya conocemos también a través de sus abundantes trabajos y publicaciones y otros foros académicos. Su vocación hacia la investigación es determinante gracias a una voluntad incansable que es necesario resaltar. Gracias a esta obra se podrá proteger y conservar nuestro rico patrimonio, enriquecido con el conocimiento de trabajos como este. Pero quizás lo más interesante de este trabajo es que han permitido documentar restos arqueológicos que habían desaparecido, y que a partir de ahora estos datos constituyen un interesante esfuerzo metodológico que hará avanzar cada día más en la reconstrucción y comprensión objetiva del pasado.
Talaván forma parte del grupo de poblaciones popularmente conocidas como los «Cuatro Lugares», por lo que resultaba imprescindible conocer sus recursos naturales, el relieve y los ríos más destacados porque marcaron las pautas fundamentales de la estructuración del poblamiento. Municipio que tras un breve periodo de pertenencia regia, pasa a convertirse en villa de señorío, primero en 1309 dentro del Señorío de Monroy, y con carácter independiente desde 1458, quedando en manos de casas como las de los Benavente o los Osuna.