POR JUAN ANTONIO ALONSO RESALT, CRONISTA OFICIAL DE LÉGANES (MADRID).
Si vives en una ciudad donde más allá del mar de ladrillo puedes abrir la ventana y puedes ver árboles, parques, plazas y otros elementos artísticos, tienes suerte. Si no lo ves directamente desde tu ventana, pero están en tu barrio y los puedes ver mientras paseas, vas a trabajar o a hacer recados, también te resultará agradable. El caso es que, si Leganés tiene muchos de los parques con los que cuenta en la actualidad y atesora un gran patrimonio escultórico en sus calles, se lo debemos a dos hombres que se tuvieron en mente un modelo de ciudad que dignificara la vida de sus habitantes. Te cuento.
Jóse Luis Pérez Raez ha sido el alcalde que más años ha ejercido de edil en Leganés, dieciséis años. Pero antes de ser alcalde fue concejal de cultura. Ahora que está jubilado yo creo que sigue ejerciendo en la sombra. Es nuestro alcalde de guardia y es el eterno concejal de cultura hoy en la retaguardia. Y me consta que Jóse Luis sigue actuando en beneficio de su ciudad por la cual no puede dejar de preocuparse, por eso, sigue luchando porque sus monumentos históricos sigan en pie o porque se valore su potencial cultural. Pero cuando Pérez Raez estaba en activo, allá por la década de los noventa, concibió junto con el pintor y escultor Luis Arencibia un modelo de ciudad habitable para sus vecinos a través del arte de sus esculturas y de las zonas comunes en las que los vecinos pudieran confluir, como sus plazas, jardines y parques. Luis Arencibia y Jóse Luis Pérez Raez trabajaron juntos durante décadas en las cuales nuestra ciudad alcanzó un nivel extraordinario de desarrollo urbanístico y cultural, así como de participación ciudadana.
Luis Arencibia fue además el técnico superior de la administración pública que estuvo al frente del área artística de Leganés desde 1979 hasta su jubilación y es el autor de muchas de las esculturas que salpican nuestras calles, La Sirena, La niña del parque, El caballo de agua, así como de los Retablos de San Nicasio y Butarque entre otras. Luis, que era un afamado escultor cobró por las obras que realizaba como encargos para otros municipios, pero jamás cobró por las que hoy embellecen nuestras calles. Para Luis, llenar la ciudad de arte formaba parte del trabajo que tanto le apasionaba realizar.
Es importante destacar también, que entre los logros de Luis Arencibia como responsable del área artística del Ayuntamiento de Leganés, impulsó la creación de una de las joyas de nuestra corona artísticamente hablando, el museo de escultura al aire libre de Leganés por el que somos referentes en España ya que solo hay una docena de museos similares en nuestro país. Y que, además, Luis también nos puso en el mapa artístico de la Comunidad de Madrid cuando se empeñó en restaurar el órgano de la Iglesia de San Salvador que había sido vaciado y vendido tras la Guerra Civil. Una vez que el órgano se restauró y volvió a sonar, la emoción de muchos vecinos llegó a las lágrimas. Ahora, somos una de las tres únicas ciudades con un órgano de estas características funcionando. Y por si fuera poco, la fama y la reputación de Luis Arencibia hizo que otros tantos artistas de renombre le hayan cedido a Leganés obras o nos las hayan vendido a muy buen precio dado que Luis era muy escrupuloso con el gasto público por lo que buscaba siempre ajustar precios, materiales y trabajos finales.
Pero además de todo, os cuento que Luis era mi vecino y que el día posterior a su fallecimiento la fuente de la niña, la escultura del parque de La Hispanidad se llenó de flores, así como cada una de las obras de su Legado en Leganés. Ese detalle nos llegó a todos al corazón. Os cuento también que muchas de las personas que abren su ventana y ven una de sus esculturas, haciendo así más llevadera la dureza de vivir en la ciudad, se acercaron a abrazar a su mujer. Otros, sacaron los bocetos que Luis les había regalado a sus hijos en las excursiones en las que los coles visitaban el museo al aire libre de escultura y se emocionaron con el papel en la mano.
LA VALÍA DE LAS PERSONAS SE MIDE DE MUCHAS MANERAS. UNA QUIZÁ SEA EL PODER DE TRASCENDER A NOSOTROS MISMOS Y EL LEGADO QUE DEJAMOS CUANDO YA NO ESTAMOS. LUIS ARENCIBIA HA DEJADO UN LEGADO DEL QUE DISFRUTAMOS TODOS LOS LEGANENSES Y LO QUE SU AMIGO, EL ETERNO ALCALDE JÓSE LUIS PÉREZ RAEZ, TRAMA AHORA ES UN HOMENAJE NO SOLO AL ARTISTA SINO TAMBIÉN A LA PERSONA CUYA SENSIBILIDAD LLEVÓ A MEJORAR LA CIUDAD PARA TODOS LOS VECINOS.
Si tú también quieres participar del homenaje que tendrá lugar en marzo y quieres tramar junto a la Plataforma de Homenaje a la memoria de Luis Arencibia, vente el día 21 de octubre a las 19 horas al salón de actos de Las Dehesillas a una reunión informativa en la que ya se van a gestar ideas como cambiarle el nombre al museo de escultura por el del artista o poner un busto suyo en dicho museo. Pero hay más ideas en el aire como que los artistas y vecinos homenajeen también su memoria con diversos tipos de expresiones artísticas.
Yo iré, por supuesto, porque siempre que Jóse Luis sale al rescate de la cultura, estoy cien por cien con sus luchas. Además, iré por amor al arte. El arte que amaba Luis Arencibia por encima de todo, el arte que nos ha dejado para hacer la vida, de los que aún nos quedamos por aquí, más llevadera.