POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Todos mis amigos se jubilan, excepto yo (parece el comienzo de “Peter Pan”), otra cosa sea en qué van a ocupar su tiempo libre. La jubilación no significa retirarse de algo sino tener algo donde retirarse. Y sobre esto va la historia de Nicolás, que atendía por Tachín, natural de Caborana de Aller, aunque con casa en Balmori de Llanes, que él mismo arregló y dejó muy guapa, frente a la de los Del Río. Era muy buen hombre, discreto, amable y cariñoso con sus vecinos. Murió de viejo este invierno, creo que dejó viuda, dos hijos y dos nietos, y cuando se jubiló tuvo algún problema físico, quizá un cáncer de colon, pero no estoy seguro de esto, el médico lo operó, todo salió bien, y cuando el cirujano fue a verlo en la sala donde despertaba de la anestesia, Tachín abrió un ojo, luego el otro, se orientó, miró al doctor hasta reconocerlo y le preguntó: “Ah, doctor, ¿taré pa segar?”.
Fuente: http://www.lne.es/