Su gerente, el afamado Jesús Segura y sus socios, los mismos que regentan el Trivio en la Calle Colón de nuestra ciudad y que a partir de ahora, también lo harán en este espacio, recién restaurado en una inversión extraordinaria que ha realizado el Consorcio Ciudad de Cuenca, con un alto toque de distinción en decoración, instalaciones y ejemplo de arquitectura y diseño modernista, adaptado a las nuevas exigencias de la cultura gastronómica actual, de los necesarios medios de adecuación culinario para ofrecer esos productos de vanguardia que el restaurador Segura puede y debe ofrecer al exigente sector turístico, no solo de la propia ciudad, sino del territorio nacional e internacional que llegará a nuestra ciudad Patrimonio con el firme de deseo de hacer de su estancia un privilegio gastronómico y turístico a la vez.

Por eso, enhorabuena a las Instituciones que lo han hecho posible, al equipo de trabajo, excelente, que afronta ese reto con valentía y dignidad, premisas de alta cualificación para quienes entienden que la cocina ha de ser el vehículo de entendimiento y desarrollo potencial de una ciudad con ansias de futuro.

Este cocinero, Jesús Segura lo ha hecho Seguro, porque lo dice su apellido y lo siente como persona. Nacido en Huélamo, ese lugar anclado en la Serranía y que ahora afronta también III Jornadas de los Tercios en honor de Julián Romero, con la intención de desarrollar su entorno, es su patria natal, igual que lo fuera la de ese Maestre de Campo que supo llevar por toda Europa la maestría militar y ahora, otro paisano suyo, experto en las tareas culinarias, con estrella Michelín a cuestas, lo quiere hacer visible en las tareas de esa cocina encantada, especial, de autor y creativa, para conmemorar con ello, nuevos retos hacia el futuro que ya comienza a caminar.

Por eso, este inmueble, Casas Colgadas, en esa parte que diera vida desde el siglo XVI a casas de familias –eclesiásticas y civiles- y que también lo fuera como Mesón, vuelve a tener protagonismo especial. Todo este magno edificio, compuesto de varias partes, algunas dedicadas al Museo de Arte Abstracto y otras a esta otra labor, edificio cuya historia bien ha estudiado y publicado el profesor y catedrático de Arte, Pedro Miguel Ibáñez, experto y admirado investigador, ese mismo enclave arquitectónico que sirve de icono internacional y turístico de nuestra ciudad, vuelve a albergar las recetas de cocina más diversificadas dentro de un nuevo reto gastronómico hacia una cocina internacional que vuelva a colocar este espacio en el lugar que dignamente le corresponde.

El pasado martes abría sus puertas para disfrute de todos cuantos allí estábamos, observando cada rincón en diseño exclusivo, en elementos decorativos modernistas, ante esos espacios de luz y paisaje que ofrecen sus balconajes de madera tallada, de maravilloso entorno donde la Hoz del Huécar, el puente de San Pablo, el Cerro de Socorro, el Teatro Auditorio o el Parador de Turismo –antiguo convento dominico- servían de decoración natural donde queda simbiotizada la razón de ser de una ciudad elegida por los Dioses para ser admirada y respetada.

Me sentí feliz por ello, admiré y aplaudí todas cuantas palabras de agradecimiento se daban, las de obligado protocolo inaugural de las Instituciones, las del cocinero Jesús Segura, nervioso, quizás tenso por el compromiso, pero Seguro de que Segura –como tal apellido- lo hará viable, exitoso e internacional, porque él mismo sabe hasta dónde puede llegar y porque su “valentía” le hará crecer en su propio escenario gastronómico y en el de una ciudad que confía en ello, creyendo que con apuestas así, Cuenca estará cada vez más cerca de su meta, esa donde el progreso debe marcar el camino que todos esperamos y tal vez, merezcamos. Aquí hay un ejemplo y en ese deseo, estamos esperando que pueda ser realidad y progreso.

FUENTE: https://eldiadigital.es/art/404469/segura-es-seguro-miguel-romero-saiz