POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE CÁCERES.
Debo señalar que la Semana Santa se conmemora en la mayoría de las ciudades de España con más o menos espectacularidad; simboliza lo que el pueblo siente y venera.
Fue precisamente en España donde la doctrina de Jesucristo fue escuchada en las primicias evangélicas, por las predicaciones de Santiago y de San Pablo, prendiendo bien la semilla de la Fe a lo largo de los siglos.
España fue uno de los lugares del mundo cristiano que acogieron la Semana Santa con un mayor entusiasmo y con un más encendido fervor y Cáceres es un ejemplo claro de ello.
En Cáceres se tiene constancias documentada de celebrar desfiles procesionales ya desde el año 1609; procesiones con imágenes que recorrían las calles empedradas de la vieja villa, para orar ante los sagrarios de las distintas parroquias, donde se entonaban los salmos Miserere.
Las Cofradías Cacereñas, desde hace siglos, han contribuido con sus emotivos recorridos a que puedan presenciarse unos actos verdaderamente impresionantes, un espectáculo que cautiva el corazón de los católicos. Porque además de los itinerarios emocionales-especialmente los que se desarrollan por el marco incomparable del Cáceres viejo y señorial, por ese Adarve de la ciudad amurallada que embelesa y que nos transporta a Jerusalén, las Cofradías Cacereñas cuentan con imágenes, pasos y tronos de una gran riqueza, que es justo pregonar y divulgar por todos los vientos para que se sepa del valor de la Semana Santa de Cáceres, Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 2011, con una solera indiscutible en los anales hispanos, que mantiene Procesiones tradicionales que son el orgullo externo de los días santos.
Las 5 principales y singulares características de la Semana Santa Cacereña que sirvieron para la obtención de la declaración de Interés Turístico Internacional fueron:
1ª) Presenta una identidad específica, basada sin embargo en la combinación armónica de estilos. Existe un predominio de estilo y ambientación castellanos (carga a hombros, silencio, sobriedad en hábitos-ornamentación-coloridos); pero desde hace pocos años ha surgido un proceso de aparición y asimilación de pequeños detalles y rasgos de carácter o influencia andaluza (carga a costal y a doble costal, etc.) . El resultado es que existe un conjunto armónico de procesiones y estilos que han creado un estilo propio, el “cacereño”, donde se carga en algunas procesiones a hombros y en otras a costal o doble costal.
2ª) El aspecto más destacable es la variedad. Variedad en los hábitos (en Cáceres se pueden ver a cofrades procesionando con hábito hebreo, dominico, con capuchón, verduguillo o a cara descubierta); variedad en los estilos artísticos de la imaginería (desde góticos, barrocos, renacentistas, neobarrocos, hasta ejemplares nuevos pero de gran valor artístico, como la Sagrada Cena).
3º) El valor de la imaginería. En Cáceres la mayor parte de las imágenes están expuestas al culto permanente y gozan de gran devoción, no existen obras de reconocidos imagineros, sin embargo, hay dos datos que hablan del listón artístico de la imaginería: uno, que 18 pasos que procesionan están fechados en el siglo XVII o anteriores; el otro, que dentro de éstos, procesionan cuatro auténticas joyas, todas del siglo XIV, góticas de varias escuelas, todos ellos auténticas obras de arte: el Cristo de las Indulgencias, el del Humilladero, el de la Expiración y el Santo Crucifijo de Santa María (el conocido Cristo Negro).
4º) La antigüedad de las Cofradías. Además de señalar que en Cáceres estamos viviendo un proceso de incremento de Cofradías y de renovación juvenil de sus Juntas de Gobierno, la columna vertebral de la Semana Santa son Cofradías muy antiguas, existiendo dos Cofradías del siglo XVI (Vera Cruz y Humilladero) y tres del siglo XV (Cristo Negro, Soledad y Nazareno, la decana de Cáceres).
5º) Pero el aspecto más significativo y más singular es el escenario, o mejor dicho, la integración entre el escenario y la celebración. La mayoría de los recorridos procesionales discurren por el casco histórico de Cáceres, por el conjunto de espacios histórico-artísticos que recibió la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y el casco histórico de Cáceres es el que confiere a los recorridos de las procesiones una ambientación, una escenografía singulares, únicos, que no pueden verse en ninguna otra ciudad española; con las tonalidades de oro viejo de sus adarves, de sus torres y palacios. Particularmente, el recorrido intramuros de los caminos de ronda que colindan con los lienzos de muralla (adarves) genera vías de singular belleza y ambientación, que por su iluminación y texturas generan un ambiente de evocación en el que nuestras imágenes se mueven con una muy comentada semejanza que dichos recorridos podrían tener con los lugares donde se desarrollaron los acontecimientos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, en la Vía Dolorosa de Jerusalén.
Semana Santa Cacereña, Fiesta declarada de Interés Turístico Internacional, que se ha adaptado a los nuevos tiempos sin perder su personalidad, de tal modo que ya no se entiende Cáceres sin su Semana Santa ni la Semana Santa cacereña sin la complicidad y el esfuerzo de todos los cofrades cacereños.
Semana Santa Cacereña y Turismo se han convertido en uno de los motores principales de la economía cacereña y en estos tiempos de crisis ayudan a salvar puestos de trabajo y mejoran la calidad de vida de las personas.
Y Cáceres es así. Estamos en una ciudad que sabe cada año florecer en una de sus estaciones más universales: la primavera, a la par que estar viva todo el año gracias a sentir el pulso del latido de los cacereños.
Hay que amar de Cáceres sus piedras, sus jardines, sus leyendas, su historia, sus costumbres, su vieja sabiduría, pero cacereño ama siempre por encima de todo a tu hermano, al hombre que habita esta ciudad bimilenaria.
Una Ciudad viva es la que nunca renuncia al pasado para buscar el porvenir, la que entiende que cambiar las cosas no significa perderlas sino construirlas con más solidez para que sigan creciendo.
Y en el aspecto humano destacar la plena incorporación de las mujeres cofrades en todos los estamentos de las Cofradías y, sobre todo, la gran participación cofrade, muchos niños, mucha cantera de jóvenes que comienzan a cargar y procesionar, y que nos hablan de que el futuro de las cofradías cacereñas está garantizado.
FUENTE: Santos Benítez Floriano. Cronista Oficial de la Ciudad de Cáceres.