POR MARÍA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAILES (JAÉN).
Si hablamos de naturaleza en esta villa, contamos con parajes que hay que conocer y que te dejarán anonadado. Si eres amante de la naturaleza y además te gusta hacer ejercicio, tienes que conocer nuestras rutas de senderismo, increíbles, en donde descubrir rincones que superan toda expectativa.
Pero también Frailes es buen comer, es tierra de vino, queso, embutidos, aceite de oliva, cordero y cabrito; también de añejas formas de guisar los productos que se enraízan en la tradición popular y que constituyen un rico y sabroso patrimonio.
Ustedes se preguntarán: ¿Que tiene Frailes que la hace tan especial? La respuesta está muy clara… un entorno natural privilegiado que ofrece una materia prima excelente. Una enorme zona de sierra con pastos disponibles todo el año, de los que se alimentan cabras y ovejas. Éstas ofrecen leche, corderos y chotos o cabritos de una calidad excelente. Y por supuesto el cerdo, del que aprovechamos como nadie hasta los andares.
Desde el Nacimiento, origen de la Villa del Agua, hasta alcanzar la salida por el Puente de Sotorredondo, paseamos por el caserío que abandonamos y nos adentramos entre cerezos para buscar el Puente de Sotorredondo e iniciar la serpenteante y desafiante Cuesta de la Burra, hasta superar los 1.000 m de altitud.
Seguimos la antigua Colada de Navasequilla y dejamos a un lado los Llanos del mismo nombre y al otro el Cerrillo de Juan Ruiz (1.126 m), hasta dar con lo que queda del Cortijo de Navasequilla. Continuamos la senda atravesando el arroyo en donde nos reciben algunos álamos, mimbres y nogueras. Y acercándonos al cerro de Las Canteras (1.148 m) y el Morrón (1.205 m) hasta llegar al camino forestal que circunda las Lomas Bajas superando los (1.100 m).
Aquí dejamos la carreterilla que hemos traído desde Frailes y nos preparamos para una experiencia natural en donde cobran especial relieve los sentidos abiertos a lo que nos ofrece la madre naturaleza. El camino forestal tiene unos 2,5 KM hasta que termina en una zona llana de acceso a unos olivares. Olivos que van ganando terreno al bosque mediterráneo hasta convertirse en océano. Se trata de un monte de titularidad pública de unas 80 hectáreas aproximadamente. Bosque mediterráneo ahuecado al que en la década de los 80 del siglo XX se repobló con pino carrasco (Pinus Halepensis).
El sendero transcurre por la ladera de Lomas Bajas. El paisaje está dominado por dos especies arbóreas: El pino carrasco y la encina. En zonas de barrancos y cárcavas aparecen algunos quejigos. Por lo que respecta a especies cultivadas también podemos encontrar almendros y olivos, ya abandonados que asemejan al acebuche, no en balde es el origen de nuestros olivos.
En el estrato arbustivo son abundantes la coscoja y el aladierno. Y en barrancos y zonas más propensas a la humedad. algunas madreselvas y escaramujo, conocido popularmente como tapaculo. En el matorral no podía faltar la retama, torvízco, jara blanca o estepa, aulaga y tomillo. Un placer para el sentido del olfato. En el estrato herbáceo son abundantes los lastonares. Estos prados secos que encontramos a ambos lados del camino reciben el nombre de lastonar. Desde el punto de vista medioambiental los lastonares son muy importantes, ya que retienen muy bien la tierra en lugares con gran riesgo de erosión. Se trata de terrenos que reciben una fuerte insolación y que corresponden a cultivos abandonados o lugares desforestados convertidos en pastos.
La propuesta de descubrir este sendero es sugestiva. Se trata de un camino de fácil accesibilidad, con espacios para dejar el coche y recorrer los 6 KM que conforman el Circuito de una dificultad baja-media y de forma circular. Te seducirá este remanso de paz entre la belleza natural de Sierra Nevada y miles de años de historia en la antigua frontera entre el reino Nazarí granadino y el Santo Reino de Jaén.
Hacia la mitad del recorrido, puedes detenerte para degustar la merendica que hayas preparado, estas en una tierra inundada de sabores, en la que sus diversos paisajes signo han elaborado una gastronomía tradicional, en donde el aceite de oliva es un ingrediente insustituible. Sí has traído tu hornazo, es el momento de sacarlo, o las frutas de la rica huerta frailera. Disfruta del merendero y recrearte en los paisajes de frontera.
Esta ruta como la naturaleza misma, es incomprensiblemente hermosa: una perspectiva infinita de magia y maravilla. Te invitamos a descubrir el antiguo camino que llevaba a las gentes de Frailes hasta la ciudad de la Alhambra, pero nos detenemos en Las Lomas Bajas, para disfrutar de los privilegios que nos regala la naturaleza.