CONFERENCIA DE ENRIQUE GARCÍA REBAGLIATO SOBRE EL CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA (ALICANTE)
Para Francisco Sala Aniorte todos los senderos de la vida, de su vida, tienen una meta clara pues todos conducen al mismo sitio: Torrevieja y la comarca que la rodea. El comienzo de ese caminar tiene una fecha y una hora exacta, la una del mediodía del 10 de septiembre de 1956, fue cuando nació Paco Sala.
El lugar exacto fue el número 30, hoy 24, de la calle que hoy se llama Azorín, justo donde ahora tiene su sede el «Centro de Estudios Locales Campo de Salinas». Se podría pensar con ello que el recorrido por su sendero vital ha sido corto. Todo lo contrario, como luego veremos.
Paco Sala fue bautizado y recibió la Primera Comunión en el templo de la Inmaculada el 4 de octubre de 1956 y 7 de mayo de 1964 respectivamente. Las primeras letras las aprendió en el Colegio de Hermanas Carmelitas del Santo Hospital de Caridad de la mano de la hermana Carolina y, muy especialmente, de la hermana Leonor, como recuerda con cariño.
Continúa Paco sus estudios de primaria en el Colegio Virgen del Carmen, teniendo como profesor a don Pedro Álvarez, quien le preparó para el examen de Ingreso de Bachiller. Continuó sus estudios con la profesora Gloria Vallejos, examinándose por libre en Murcia. Posteriormente, pasa los primeros meses del curso 1970-71 de interno en el Colegio “La Merced” de los hermanos maristas de la misma ciudad. En enero de 1971 traslada su matrícula al recién inaugurado instituto de Torrevieja, donde continua su formación hasta 1974, año en que comienza los estudios de Ayudante Técnico Sanitario en la Escuela Santa Teresa, también en Murcia. Obtiene la titulación, en 1979. Años más tarde, movido por su afición por las costumbres y la vida de su comarca, estudió y obtuvo el Grado de Antropología Social y Cultural, profundizando aún más en su mayor afición: el conocimiento de su tierra.
En 1975, conoció a la que sería su mujer, Antonia Sánchez Guirao, con la que contrajo matrimonio en Callosa de Segura en la iglesia arciprestal de San Martín, obispo de Tours, el 20 de marzo de 1982. Fruto de su matrimonio tienen dos hijos: Tania y Paco; y dos nietos a los que adora: Alicia y Oriol. Paco, su abuelo, les relata historias del pasado de esta tierra del Campo de Salinas: Torrevieja, Guardamar, Los Montesinos, San Miguel de Salinas y Pilar de la Horadada.
El interés de Paco Sala por el estudio del pasado, por la historia de Torrevieja, despertó a muy temprana juventud. Hay algunos hechos en la vida de una persona que, con el paso de los años y mirando hacia atrás, se pueden considerar como hitos o momentos claves en la pequeña historia de cada uno de nosotros. Así, en la vida de Paco Sala podemos encontrar tres momentos que él mismo recuerda como señales que encauzaron su interés por el pasado de Torrevieja y sus alrededores.
El primero, en orden cronológico, ocurrió en el año 1971, cuando estudiando cuarto de bachiller, con 14 años, su profesor de historia, don Eusebio Espinosa, reunió a los cuatro alumnos que habían suspendido en junio la asignatura y les dijo: «Si hacéis un buen trabajo sobre un personaje torrevejense os apruebo en septiembre; el personaje del que tenéis que hacer el trabajo se llamaba Joaquín Chapaprieta Torregrosa.
Aplicaros bien». Paco, junto a sus compañeros, se quedó sorprendido. Lo único que conocía de esa persona era una calle cercana a la suya que llevaba ese nombre. Se pusieron manos a la obra y el trabajo resultó en un aprobado en septiembre. Ese mismo mes fue publicado en el semanario ‘Vista Alegre’.
El segundo acontecimiento se produjo unos dos años después. Apareció por Torrevieja Francisco de Asís Patiño Valero, un sanmiguelero, militar destinado en la Base Aérea de Los Llanos (Albacete), que estaba interesado en la historia antigua de su pueblo. Toma contacto con un pequeño grupo de jóvenes que estaban interesados en la historia. Patiño Valero los subió en el coche y se desplazaron hacia Orihuela.
Una vez pasado el alto de Vista Bella y antes de llegar a las cercanías de Bigastro, paró el vehículo junto a un árido campo y, una vez aparcado en el arcén, se dirigieron andando hacia la izquierda. A un centenar de metros y allí estaba lo que habían venido a ver: un trozo de calzada romana de unos cincuenta metros de longitud -eso es lo que se apreciaba- y unos tres de ancho. La calzada atravesaba también un puente de la misma época que salvaba un pequeño barranco o desnivel del terreno. Junto a estos restos había también un miliario, mojones de piedra que marcaban las millas romanas en sus calzadas cada 1.480 metros. Aquel trozo de calzada que estaban viendo posiblemente perteneciera a un ramal de la Vía Augusta que unía Cartago Nova con Tarraco y los Pirineos. Hoy en día aquellos restos arqueológicos han desaparecido convertidos en un campo de cultivo de cítricos.
La tercera influencia, intercalada con las dos anteriores en el tiempo, que determinó su interés por la historia, sobre todo local, fueron las narraciones que tanto su padre como sus abuelos le contaban sobre la Torrevieja que ellos habían vivido u oído: los terremotos, la Guerra Civil y la postguerra, y aquellos modos de vivir en Torrevieja en tiempos pasados.
Otro hito en su afición por las cosas de su pueblo fue la biblioteca de su abuelo Paco, donde desde pequeño husmeaba entre sus libros, programas de fiestas y la colección de ejemplares del semanario ‘Vista Alegre’ que, semana tras semana, iba guardando después de retirarlos de su establecimiento de barbería-peluquería. También marcaron en él un camino a seguir los consejos del historiador local Antonio Rebagliato Fernández; del anterior Cronista Oficial de Torrevieja, Luis Blanco Calero; de Manuel Mínguez Rodríguez y de su hijo Ángel; de Juan Miguel Sirvent Garrigósy de la escritora Mari Paz Andreu Latorre.
En 1979 comienza Paco Sala su vida laboral por diferentes poblaciones de las provincias de Alicante y Murcia hasta que por fin se establece definitivamente en Torrevieja. Son años intensos, duros y de mucha actividad. El desarrollo profesional de Paco Sala, en el sector sanitario, así como la familia, le ocupa la mayor parte del tiempo, pero dejan algo de él para que se dedique a su actividad preferida: La historia de Torrevieja y de sus gentes. Había que compaginar el Otiumy el Nec-otium, es decir la vida profesional con el cultivo de su gran afición.
Hace más de dos mil años, la cultura romana estableció la distinción entre Otium y nec-otium. Originalmente, los términos tenían un carácter militar: Otium era el descanso invernal de las campañas militares y el Nec-otium se refería al tiempo de campaña en primavera y verano. Posteriormente se utilizan estos términos para definir lo que nosotros entendemos como ocio y negocio es decir tiempo de descanso y tiempo de trabajo. Pero fue uno de los exponentes más preclaros de esa cultura romana, Marco Tulio Cicerón, que elevó esos términos a una categoría superior. El Otium, al que él añadía la frase cum dignitate, sería el tiempo que una persona dedica fuera de sus ocupaciones públicas o privadas, a la filosofía, la música, la escritura etc. Como contrapartida a esto llamó al tiempo dedicado en actividades mercantiles, laborales, políticas etcétera, y casi de una manera peyorativa: nec-otium. Es decir, aquello que no es otium.
Estos conceptos clásicos reflejan de alguna manera la vida de Paco Sala. Por un lado, el tiempo dedicado a la enfermería -es decir nec-otium-, y por otro, el dedicado a escribir, conferenciar, reunir documentación etcétera, es decir otium cum dignitate.
El 4 de septiembre de 1984, y propuesto por el profesor de historia del instituto de Torrevieja y cronista oficial de Utiel don José Martínez Ortiz, es nombrado Cronista Oficial de la Ciudad de Torrevieja, a partir de entonces se acelera su interés por la historia local y, tras su jubilación de la sanidad, en septiembre de 2019, le puede dedicar todo su tiempo, esfuerzo e ilusión -pues de esto último hace falta mucha- a su pasión: la historia y el día a día de su ciudad Torrevieja.
Y ¿cuál ha sido el resultado del particular otium cum dignitate en Paco Sala? Si tuviera que responder con una sola palabra diría que enorme. Enorme en cuanto a la diversidad de actividades y enorme en cuanto a la cantidad de trabajo realizado. En las páginas siguientes podéis leer un catálogo de todas esas actividades como escritor, conferenciante, asistente a congresos etc. Para hacer una distinción funcional de toda su actividad, podríamos dividir ésta en obras escritas y obras no escritas.
Empezando por esta última categoría podemos resumir que Paco Sala, dentro del mundo docente, ha impartido unas 18 conferencias en diversos I.E.S. de Torrevieja y su comarca. También ha colaborado con la Universidad del Mar. Ha ostentado 22 cargos como miembro o vocal en diferentes asociaciones, principalmente de carácter cultural y ha sido distinguido con premios y honores en 19 ocasiones desde Torrevieja a Zacatecas (México). Ha participado en 42 congresos, en su mayoría de Cronistas Oficiales y en 37 foros. Ha impartido 35 conferencias, ha emitido 7 informes y 1 estudio.
Su archivo, que ha ido reuniendo poco a poco a través de los años, como fondo documental, se ha utilizado para realizar exposiciones en quince ocasiones. Especial relevancia tiene en su archivo la sal, al ser este el producto por el que nació la ciudad. La sal en Torrevieja y en el mundo. También dispone su archivo de un fondo de libros y artículos impresos que se refieren a Torrevieja. Una colección de obras de arte de autores locales tiene también su espacio. Un apartado especial en sus colecciones lo tiene todo lo referente a las habaneras como libros y partituras originales. Ha sido Paco Sala comisario en cinco ocasiones, en exposiciones con el tema de la sal y sobre Torrevieja. Por último, dentro de este apartado cabe destacar sus colaboraciones con la televisión y radios locales participando en diferentes programas y documentales.
En el apartado de obras escritas como libros, artículos y opúsculos de su autoría cabe destacar que ha publicado quince libros y cuatro que tiene en preparación. Uno de ellos dedicado a Joaquín Chapaprieta Torregrosa. Como articulista ha sido también muy abundante su producción. Ha escrito 715 artículos en el semanario ‘Vista Alegre’ y en los diarios ‘La Verdad’ e ‘Información’. Ha escrito el prólogo para 5 libros y ha dirigido el maquetado de diferentes publicaciones en tres ocasiones. Con las diferentes concejalías del Ayuntamiento de Torrevieja también ha colaborado en diferentes ocasiones. De ellas cabe destacar sus escritos sobre «La sal artesana», sobre «San Emigdio» o «Los molinos de agua».
El resumen anterior puede parecer un poco frío al hablar de cifras, pero en realidad no es así. La obra de Paco Sala está llena de cariño y calor humano como podéis comprobarlo leyendo las páginas de su biobibliografía que solo son un enunciado, un catálogo, de su obra. Lo más importante, lo cálido está detrás de las cifras. Se encuentra en la lectura de esos libros y artículos. Recoge Paco Sala en sus trabajos un amplio caleidoscopio de la vida de Torrevieja y su comarca. Esta obra será en el futuro fuente inagotable para todas aquellas personas, historiadores o no, que estén interesados en el pasado de Torrevieja. No es un compendio de arqueología cultural mirando al pasado. Está diseñada para las generaciones venideras. Esa es su proyección de futuro, de trascender a su vida. En su obra hay un amplísimo fondo documental para estudiar y comprender la vida cotidiana y, diríamos en algunos casos, la vida personal de los habitantes de Torrevieja desde antes de su fundación.
Pero su labor no ha terminado pues le quedan todavía fructíferos años de Otium cum dignitate para continuar con su ilusión. Para centralizar todo esto en un espacio material ha creado Paco Sala el «Centro de Estudios Locales Campo de Salinas» que tiene su sede en el mismo espacio físico, como ya señalé al comienzo, en la misma casa donde nació.
Paco Sala ha dedicado buena parte de su vida a crear lo que ahora ha cristalizado felizmente en el «Centro de Estudios Locales Campo de Salinas». Mucho esfuerzo de toda clase, incluido el económico, lo ha dedicado a reunir la documentación que ahora se abre al público y a escribir sobre Torrevieja. Por ello deseo destacar aquí la importancia de la iniciativa privada dirigida a servir a la comunidad, a la sociedad. En este caso como un complemento necesario a los archivos municipales, parroquiales y de otros privados u oficiales. Deberíamos promover en el futuro el desarrollo de estas iniciativas personales que tienen como destinatario final a la comunidad, en este caso la torrevejense y la de todo el Campo de las Salinas, a las que enriquecen y que surgen por la ilusión, el ímpetu y el esfuerzo de personas como Paco Sala.
Por último, y al llegar al final de mi sendero, quisiera hacer una afirmación que algunos pueden tachar de exagerada ¿o no lo es?: siguiendo el principio cartesiano y adecuándolo a la circunstancia local, de Paco Sala se puede decir que «Piensa [en Torrevieja], luego existe».
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