EL HISTORIADOR, CRONISTA OFICIAL ZAMORA, HERMINIO RAMOS LES PROPUSO QUE AL INICIAR CADA CLASE SALIERAN A LA PIZARRA Y ESCRIBIERAN UNA FRASE, LA QUE QUISIERAN, PARA ANALIZARLA DESPUÉS TODOS JUNTOS. COMO SI DE UN JUEGO INOCENTE SE TRATARA CONSIGUIÓ QUE AQUELLOS NIÑOS APRENDIERAN «A DEFENDER UNA POSTURA Y LA CONTRARIA, ALGO QUE AHORA HACEN MUCHO LOS POLÍTICOS»
Al periodista le toca la difícil tarea de deglutir, digerir y devolver el mensaje de quienes protagonizan la actualidad y hacerlo con «rigor», con el lenguaje más llano, tras una amplia «reflexión» sobre si existe o no una información de interés que difundir. El objetivo no es otro que «querer entender la realidad y ayudar a entenderla», una función ardua, en la que no siempre se tiene éxito, especialmente cuando la materia es tan árida como la relacionada con la justicia, admitió el periodista zamorano Sergio Martín, en su intervención en el Club La Opinión-El Correo de Zamora.
La reflexión se hace más necesaria, si cabe, cuando los procedimientos judiciales, tan de actualidad por los múltiples casos de corrupción que atenazan a la clase política, han pasado a copar los informativos, «siete de cada diez noticias hablan de temas jurídicos», abundó el director del programa de «Los desayunos» de La 1 de TVE. Así explicar su participación en el libro «Noticias, las justas», en colaboración con otra periodista de la cadena pública, la editora del Telediario 2, María Eizaguirre; el letrado Alberto Palomar; los divulgadores América Valenzuela y Enrique Dans; y la experta en contenidos jurídicos Almudena Vigil. El libro «nace de la honestidad». El periodista confesó ayer que se ha enfrentado a sentencias en las que «no entendía lo que quería decir el juez», una situación que viven a diario los profesionales de la información, de quienes dijo que «tenemos conocimientos de la vastedad de un océano y la profundidad de un charco», parafraseando a la colega argentina María Esther Gilio en referencia a la cantidad de parcelas sobre las que se ven obligados a escribir sin ser expertos en ellas. A partir de esta premisa, Sergio Martín abogó por el «rigor» a la hora de informar, la necesidad de conocer unos mínimos para poder transmitir las noticias con veracidad y sin caer en el sinsentido, como a menudo se suele dar en el área judicial, el más complejo por lo complicado de sus competencias, los profesionales suelen perderse entre sentencias, autos, procedimientos, diligencias, acusados, investigados… «Comunicar es clave», advirtió Sergio Martín, para preguntarse «qué hacemos para que se nos entienda» y concluir «pues poco». Invitaba así a sus colegas de profesión a emprender un cambio en la forma de abordar la información para no caer en lo que muchos políticos practican, «ocupar espacio para no comunicar nada, solo decir algo que se te entienda. Venían a las tertulias a tener presencia y a ver si no se les escapaba ningún titular controvertido, como les recomendaba su jefe de prensa», según le confesaron algunos antes de iniciar los debates.
Para subrayar la importancia de la reflexión en una tarea como la del informador, echó mano de sus recuerdos como estudiante en el colegio Juan XXIII y de un profesor de historia «don Herminio Ramos» que, sin que sus alumnos alcanzaran a comprender la importancia de su propuesta, «nos enseñó a debatir, a pensar», «engañándonos, aunque creíamos que nosotros le engañábamos a él porque conseguíamos menos horas de clase».
El historiador, cronista oficial de Zamora, Herminio Ramos -que precisamente ayer cumplía 91 años– les propuso que al iniciar cada clase salieran a la pizarra y escribieran una frase, la que quisieran, para analizarla después todos juntos. Como si de un juego inocente se tratara consiguió que aquellos niños aprendieran «a defender una postura y la contraria, algo que ahora hacen mucho los políticos», apuntó Martín. De otro profesor, Villafranca, del instituto Claudio Moyano, en el que estudió el periodista, rememoró la generosidad en la nota, «siempre me ponía un puntos más porque escribía lo que sabía con soltura. Nos transmitió el hablar de la materia que fuera, pero con soltura, que eso es comunicar».
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/