POR MARÍA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAILES (JAÉN)
Periódico fundado en 1893 por el periodista valenciano Francisco Peris Mencheta, El Noticiero Sevillano fue probablemente el primer gran diario de información general editado en la capital de Andalucía conforme a los criterios del nuevo periodismo, en expansión desde finales del siglo XIX. Su publicación se extendió por espacio de cuatro décadas, llegando a convertirse en el decano de la Prensa hispalense y en uno de los diarios de mayor tirada de la región andaluza. De carácter independiente, aunque de claras simpatías conservadoras, durante la Segunda República El Noticiero pasó a convertirse durante algunos meses en el único diario republicano de Sevilla, órgano del Partido Radical liderado por Diego Martínez Barrio, desapareciendo a comienzos de 1933 ante la dura competencia del resto de los diarios locales (ABC, El Liberal, El Correo de Andalucía, La Unión) y por problemas de carácter financiero.
Así pues el domingo 5 de marzo de 1899, el periódico daba la siguiente noticia, en primera página: Curiosidades sevillanas. El escultor Martínez Montañés. La calle dedicada a su memoria. Antiguo nombre. Datos biográficos del escultor. Sus obras principales.
En la collación de San Lorenzo y frontera con la plaza del mismo nombre hállase situada la calle Martínez Montañés rotulada así desde el año 1862, anteriormente conocida por la de Los Tiros.
Cuatro fueron las calles que en Sevilla tuvieron la denominación citada, resultando de estas inoportunas repeticiones el desbarajuste y la confusión mencionada al tratar de las innumerables vías llamadas Rosas, Rositas Sucias y Sumidero, Cristo, Larga, Ancha y otras por el estilo, donde sin ton ni son se prodiga el mismo título a trueque de agotas la paciencia de los sevillanos poco prácticos en las rotulaciones públicas o de los forasteros que por vez primera visitasen nuestra capital.
Ignoramos a que circunstancia sería debido el rotular cuatro calles con los nombres Tiros y de Los Tiros; tal vez los antiguos vecinos de esas vías resolverían a tiros sus cuestiones de poca o mucha monta, y de aquí el origen; todo es creíble dado el escaso o ningún fundamento que en cierta pasada época se tenía en cuenta para rotular las calles; ello es lo cierto, que la primera calle del Tiro, fue el trayecto comprendido entre la de Boteros y Plaza de San Leandro, hoy rotulado Alhondiga. La segunda el comprendido desde Pavía hasta su terminación, hoy llamado General Castaños; la tercera de los Tiros, es la rotulada actualmente Alonso Tello y finalmente, la cuarta, ya dijimos pasó a ser Martínez Montañés.
Este notable escultor, nació en Alcalá la Real, pueblo de la provincia de Jaén en el año 15901, y murió en Sevilla el día 24 de febrero de 1649, en una de las casas situadas en la calle Cruz de la Parra, hoy Monsalves, falleciendo a causa de la terrible epidemia llamada “peste levantina”, que tantas victimas ocasionó en esta ciudad.
Desde muy temprana edad, Martínez Montañés fijo su residencia en Sevilla, pasando en ella toda su laboriosa vida de artista, legando a la posteridad las admirables esculturas que hoy admiranse por doquier se hallan.
La vida de este escultor fue modesta y tranquila; sus costumbres irreprochables; formal y digno para con el pudiente; amable y caritativo para con el desgraciado que impetraba sus auxilios. Martínez Montañés dejó varios hijos de su legítima consorte doña Ana Guzmán2.
Yacen sus cenizas en el gran osario o fosa que se abrió a la salida de la puerta de Goles, hoy Real, cuando tuvo lugar en Sevilla la epidemia de “peste levantina”en cuya época los restos del gran escultor al igual de muchas personas notables y de la clase del pueblo, se perdieron confundidos en aquellos improvisados enterramientos pequeños para contener tantas victimas.
El escultor del siglo XVII como le llamaban sus coetáneos, logró alcanzar gran fama y prestigio en Sevilla, dejando muy atrás a otros artistas de su época, y llenando las iglesias de hermosas obras, entre la que descuella sin duda alguna como la mejor, el Jesús que su inimitable cincel talló para el convento de la Merced Calzada, hoy propiedad de la hermandad de la Pasión.
Dicha figura constituye tan expresiva y exacta reproducción del natural, que es humanamente imposible realizar otra mejor. A propósito de esta genia figura escribe el padre Valderrama, que las gentes la primera vez que salió en procesión, lloraban conmovidas al contemplarla, y que el mismo Martínez Montañés, iba a buscarla por las calles del tránsito, diciendo a sus amigos parecía imposible que él hubiese ejecutado obra tan admirable.
El crucificado que existe en la iglesia de San Jacinto, al que los trianeros llaman el ”Cristo del Cachorro”3, es otra de las figuras más sobresalientes de este escultor, como también lo son el nombrado del “Gran Poder”4, que se venera en la parroquia de San Lorenzo; el “Santo Domingo” que hizo para el convento de Porta Celi, el retablo mayor del Convento de Santiponce y el “San Pedro Alcántara” colocado en el monasterio de esta orden.
La multitud de bellezas escultóricas debidas a la inspiración de este renombrado artista, hizo decir a un crítico que “pocos escultores le han aventajado en la naturalidad de las actitudes, en el plegar de los paños y en la dulzura y expresión de los rostros”.
En el año de 1636, Martínez Montañés hizo en Madrid, el modelo de la estatua ecuestre de Felipe IV, copiado del retrato pintado por Velázquez de Silva, y finalmente el nombre de este escultor es de los que jamás se borran mientras subsistan sus obras.
Alvarez-Banavides
Alcalaínos en su visita al Monasterio de San Jerónimo en Sevilla. Conociendo la obra del maestro alcalaíno, Nació en Alcalá la Real en 16 de marzo de 1568 y murió en Sevilla en 18 de junio de 1649. Tuvo dos esposas, muerta Ana de Guzman, se casó con Catalina de Salcedo y Sandoval. 28 abril 1614. tuvo el matrimonio 7 hijos “El Cachoro” es obra de Francisco Antonio Ruiz Gijon. Jesús del Gran Poder es obra de Juan de Mesa. Alumno aventajado de Martínez Montañés.