POR PEPE MONTESERIN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Andrés Piñera me ofreció sidra de hielo, después de merendar en El Cruce, en Seloriu, de la que volvía de bañarme en Rodiles.
No conocía la “cidre de glace”, inventada en Quebec, y caté una botella de Panizales, elaborada en Mieres por los hermanos Faustino y Juan Carlos Vázquez, con retrogusto a miel, manzana pocha, plátano y acaso trufa, y otra de Valverán 20 manzanas, de Masaveu, con sabor a fruta pasa, naranja, manzana madura y membrillo.
Ambas se elaboran con manzanas asturianas que se trituran, prensan, su mosto se decanta y se congela, como si sobrevivieran a varias heladas que concentran los azúcares; la esencia se fermenta medio año, se añeja un año en barricas de roble, se embotella, reposa varios meses y queda lista para su consumo, rebuena con un postre. Animo a la Alquitara del Obispo, por su calidad con el aguardiente de manzana, a esta otra aventura, de diez grados. p.m.c
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/sidra-de-hielo.html