POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)

La Iglesia celebra este domingo la festividad de la Ascensión del Señor. El reloj del tiempo me trae el recuerdo de mi tía Ascensión Cienfuegos del Viejo. Ella, entonces, lo celebraba en jueves, porque formaba parte de aquellos tres jueves que brillaban más que el sol. En su escuela, en la calle de Mérida, me enseñó a leer y escribir, junto con los primeros conocimientos y la preparación para la Primera Comunión. Mi tía Ascensión abrió una escuela de niños y niñas a la que ayudó mi madre. Por la escuela pasaron muchos niños (finales de los años cincuenta y parte de los sesenta), hasta que en la antesala de la ley Palasí fue cerrada junto con otras de Montijo como las de Francisco Gragera Vaca, Las Polonias y Dolores Núñez, al no poseer las personas que las dirigían título oficial de Magisterio.

Hoy corre por los pasillos de mi memoria aquel canto al final de la tarde del mes de mayo florido y hermoso: “venid y vamos todos con flores a María”; junto con el sonido musical que producía la tabla de multiplicar. Fijadas en la pared estaban las imágenes del padre Damián de Molokai y el Corazón de María, pues ella fue una mujer muy religiosa.

Siempre quedará en mi recuerdo el entusiasmo con el que la maestra Ascensión, mi tía, celebraba el día de su santo, al que asistía todos los años el párroco don José Zambrano Blanco.