POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
La rica variedad de datos y referencias que una ciudad como la nuestra ofrece, propician con relativa frecuencia motivos y situaciones límite que obligan sin demora a adoptar soluciones y a corregir defectos o errores.
La ciudad viva está en constante actividad y movimiento y respira siguiendo en cada caso y momento unos compases y unos ritmos muy concretos y en unas direcciones y lugares muy determinados. Esto lo estamos viendo cada día cuando nos perdemos en ciudades, o lugares de estas, que hemos visto activas y las hemos encontrado silenciosas y medio dormidas. Estas situaciones están creadas por unos principios que son básicos y que los responsables no cuidan de manera adecuada y firme.
Hoy en nuestra ciudad tenemos uno de esos sectores afectados por esos olvidos o silencios, concretamente en nuestra calle de San Torcuato, uno de los ejes urbanos al que se ha condenado a un vamos a llamarlo descuido para no herir sensibilidades y en este descuido no solo está responsabilizada la autoridad correspondiente, hay más responsables. En primer lugar, no se puede permitir que en una vía clave que además es comercial de primera fila se mantengan andamios, y que no se cuide el comercio, cuando en ella se encuentran una serie de instituciones y servicios públicos y privados de primerísima categoría.
Al margen de las atenciones pendientes respecto a esta calle que forma parte de los ejes clave de la ciudad, cada lugar, sea de las características que sea, tiene un efecto llamada que hay que descubrir, cuidar y enriquecer con todos aquellos añadidos que contribuyan a hacerla más atractiva e interesante, solo así se alcanzará el hacerla más atractiva, familiar y como tal interesante.
Hoy con el inmenso caudal de posibilidades, material, medios y facilidades con los que se cuenta desde todos o casi todos los puntos de vista, despertar del olvido un lugar como el que comentamos solo depende de proponérselo, programarlo y desarrollarlo; todo lo demás vendrá por añadidura.
La última palabra la tiene el Consistorio. Decídanse y conviertan San Torcuato en esa vía comercial que se está esperando.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/