POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Sucedió a mediados de febrero de hace ahora cuatro años justos, cuando los responsables de la Cofradía del Rosario descubrieron que la talla que veneraban había perdido al Niño Jesús, corona de plata incluida, que portaba en una de sus manos. Y se armó un escándalo. Pero a día de hoy, después incluso de que adquirieran otro ‘hijo’ para la venerada talla, se desconoce el paradero de esta obra, si bien fuentes de la Guardia Civil no descartan que algún día pueda recuperarse.
La Virgen del Rosario ocupa una de las capillas laterales de la parroquia de El Salvador. El descubrimiento se produjo mientras los cofrades, el día 16 de febrero de aquel año, se disponían a trasladar otra imagen hasta la ermita de Santa Elena. Tras informar al párroco, presentaron una denuncia en el cuartel de la Benemérita, donde les recomendaron que aguardaran un tiempo antes de dar a conocer la noticia, en el intento de no ‘espantar’ a los ladrones tras ver el caso en las páginas de los diarios. Pero no sirvió de nada. La obra sustraída es una talla de madera policromada y estucada de unos 50 centímetros de longitud. Aunque no estaba catalogada, como otras cientos de obras en la Región, los expertos señalaron en su día que era una pieza del siglo XVIII.
Dos pistas para identificarla
La imagen no es de vestir, aunque los cacos también arramblaron con un traje y unas sandalias que lucía. Además, el Niño llevaba colocada una espléndida corona de plata, junto a un rosario del mismo material y de nácar. Identificar la obra, aparte de las fotografías que se conservan, no es difícil. A la pieza se le practicaron dos restauraciones, una en el dedo índice de la mano derecha y otra en un pie. Este robo también permitió conocer en su día que se habían realizado otros asaltos en la iglesia de La Concepción, de donde se llevaron hasta la caja de la iluminación del artesonado mudéjar, y en San Nicolás de Bari una imagen de otro Niño Jesús, atribuida a Nicolás Salzillo, padre del genial escultor murciano, y el denominado ‘Caldero de los Niños’.
En octubre de 2014, tras una suscripción popular, la imagen estrenó nuevo niño, obra del escultor calasparreño Juan José Páez. La anterior es muy posible que adorne alguna casa sin que sus dueños sepan siquiera su procedencia ilícita.
Fuente: http://www.laverdad.es/