POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
¿Para qué recordar lo de Jericó? Más reciente, en 2011, el grupo de rock Foo Fighters y las miles de personas que lo corearon en el Western Springs, provocaron un movimiento tectónico en Wellington. Excavamos un túnel bajo la cola de la ría de Villaviciosa para no molestar al archibebe y al correlimos, ponemos impermeables para evitar que nuestra temperatura corporal hiera el ciervo herido de Candamo, clausuramos cuevas y hacemos réplicas para evitar el aliento humano, que mata bisontes… Pero invadimos el Sella tres meses y a tomar vientos la fauna, la flora y el pH y la puta que lo parió, y organizamos ante la Catedral un concierto sísmico, de grado tres para Ritcher, para que tiemblen los vecinos (esto no cuenta) y se desconchen, desplaquen y pulvericen las piedras de Laspra, Piedramuelle y Tiñana, que ya sufrieron siglos de penalidades. ¡Pobres gárgolas!
Fuente: http://www.lne.es/