POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El pasado febrero, el grupo de Estudios Sociales de la Ciencia de la Universidad de Oviedo envió a la filósofa Belén Laspra a la Universidad de Michigan, becada por la NASA, y estos días, ya es casualidad, la NASA anuncia el viaje al Sol de la sonda Parker, para tocar la corona del astro rey. No me extrañaría que fuera idea de Laspra. Es cierto que necesitamos científicos para construir naves resistentes a altísimas temperaturas y veloces, para salir de las órbitas astrales, pero también son necesarios los filósofos. Filosofando como Dios manda, la NASA podría ahorrarse incluso la sonda. Además, ¿no dijo Heráclito que el Sol es nuevo cada día? También un escritor puede tocar las estrellas sin perder los papeles; Kafka, en una carta a su padre, dijo que no es necesario volar al centro del Sol, pero sí arrastrarse hasta un lugarcito aseado donde una rayadina pueda calentarnos un poco.
Fuente: http://www.lne.es/