ENTRE LOS ASISTENTES AL ACTO SE ENCONTRABA EL CRONISTA OFICIAL DE PARRES (ASTURIAS), FRAN ROZADA
«No he hecho nada más que lo que sentía, lo que me apetecía, en lo que creía: educación y cultura, un binomio que nunca separaré», dijo ayer el cántabro Luis Alberto Salcines Pérez, de 63 años, tras recibir los atributos -placa conmemorativa y pergamino- que le acreditan como hijo adoptivo de Cangas de Onís. El acto celebrado ayer cumple el acuerdo plenario unánime tomado el pasado 21 de mayo.
Más de un centenar de personas arroparon en tan señalada fecha a Luis Alberto Salcines, un cántabro que se ganó por méritos propios el corazón de la mayor parte de la ciudadanía canguesa, desde que en el curso 1980-81 empezase a ejercer como profesor y jefe del Departamento de Matemáticas en el Instituto Rey Pelayo, a lo largo de una década, hasta que se creó el Instituto de Secundaria de San Vicente de la Barquera (Cantabria). Entre los asistentes se encontraba el ex alcalde Alfredo García Álvarez, así como también el cronista oficial de Parres, Fran Rozada. No faltó tampoco la música, a cargo de la Banda de Gaites Ribeseya.
Dinamizador de la vida cultural canguesa, Salcines recordó a muchos amigos con los que compartió vivencias en la vieja capital del Reino de Asturias y agradeció a la Corporación Municipal que decidió su nombramiento como hijo adoptivo de Cangas de Onís. Tuvo emotivas palabras para Ramón Prada Vicente, otro de los grandes impulsores de la cultura -en este caso coral y polifónica- durante más de medio siglo en la ciudad canguesa, fundador y director del Coro Mixto Peña Santa, que falleció en agosto de 2014. «Gracias a Ramón Prada, que tantas veces expresó en público que se me concediese este reconocimiento», dijo, emocionado Luis Alberto, palabras escuchadas por la viuda e hijos que se encontraban presentes en el salón de actos del Consistorio.
La figura de Luis Alberto Salcines fue glosada por el alcalde José Manuel González Castro, aunque también recibió elogios de otros entrañables amigos personales y, además, compañeros en materia educativa, como Alfredo García y Paco Granda. Celso Fernández («Celsín el de la Sifonería»), que actuó como maestro de ceremonias, dio lectura a varias adhesiones recibidas, destacando la remitida por el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien no pudo desplazarse a Cangas de Onís al coincidir con la inauguración del tramo de autovía Solares-Torrelavega.
«Quiero que tengas muy presente el cariño de tus paisanos y de este presidente, que siempre ha admirado tu enorme valía personal y profesional», apuntó Revilla en su carta.
Fuente: http://www.lne.es/ – J. M. Carbajal