POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
En estos intensos días de la celebración de la Semana Santa, nos llegan los recuerdos de tradiciones perdidas, que suponen las sombras para la cultura popular y y aquellas que se mantienen gracias al esfuerzo y tesón de aquellos que quieren, que permanezcan para generaciones venideras.
SOMBRAS :
Los miércoles
El miércoles de ceniza, cuando el Carnaval toca a su fin, existía una costumbre, en la localidad, que según algunos vecinos, se remonta al siglo XIX. Consistía en vestir dos muñecos, rellenarlos de paja, hombre y mujer, agricultor y mulo…, que eran colgados en alto, con una cuerda que atravesaba la calle.
A la caída de la tarde, del martes se colocaban “los muñecos” -también llamados “miércoles”- en la calle y permanecían colgados durante toda la noche, hasta el anochecer del día siguiente, miércoles de ceniza. En algunas calles colocaban, unos cencerros, junto a los “miércoles”, atados a una larga cuerda, que mayores o niños al tirar los hacían sonar.
Llegado el anochecer del miércoles de ceniza, se descolgaban los muñecos y eran apaleados hasta destrozarlos completamente, y se les echaba al fuego, de una lumbre encendida con este fin, lógicamente, se consumían de forma rápida.
Este rito simbolizaba la entrada de la Cuaresma, en donde nos alejamos de la parte mundana del placer y diversión, especialmente en tiempos de carnavales, para entrar en el sacrificio y la oración. Era conocido como “Burla de los miércoles”.
Desde la Corporación, Concejalía de Cultura y Técnico de Cultura se ha pretendido recuperar la tradición de los miércoles. Creo que fueron dos los años en que alguna calle vistió los miércoles para después, quedar en el olvido.
Ceremonia llamada del “Desenclavamiento”
Se celebraba una ceremonia religiosa en unas eras, llamadas de San Francisco. Sobre un tablado de madera se colocaba un fondo de tela azul. Se subía al Cristo en procesión tenía lugar la misma. Era una tarde grandiosa en la Villa, donde pequeños y mayores, hidalgos y pueblo llano asisten emocionados. El momento culminante es cuando, tras quitarle los clavos al Cristo en la cruz, es bajado y entregado en brazos de las piadosas mujeres.
El obispo Fray Benito Marín (Obispo de Jaén 1750- 1769) prohibió este acto religioso: “Que en los días de Semana Santa se hace la ceremonia del desenclavamiento y entierro, y por el predicador se dicen expresiones que no responden con las acciones de los clérigos, que no estando estas expresiones aprobadas como no conformes a lo serio de sus ritos, mando que no se practique la ceremonia de desenclavar en el futuro, y que el predicador tome por asunto en sus oraciones el tema de la Soledad”.
El Cronista de Linares, D. Juan Sánchez Caballero, nos indicaba cómo esta ceremonia fue suspendida, en su localidad, por mandato del Obispo Rubín de Ceballos.
La procesión de las viudas
El sábado por la noche se celebraba la procesión de la Virgen de los Dolores. Acompañaban a la imagen filas de muchachas, jóvenes o mayores, vestidas totalmente de negro y portando un farol con una vela encendida.
Se piropeaba la belleza de las acompañantes. La nueva liturgia suprimió esta procesión en fechas no muy lejanas.
Los Apóstoles
“ Antes de la Guerra Civil o en los años siguientes participaban en las procesiones unas figuras que se conocían como “Los Apóstoles “, que llamaban poderosamente la atención por su atuendo. Llevaban una especie de enagua blanca, hasta media pierna terminada con un encaje de bolillos. Calzaban unas medias blancas profusamente bordadas; en la cabeza una corona de espinas de plata, y en el brazo el símbolo de cada uno de los apóstoles.
Sin ser una cofradía tuvieron una destacada participación en las procesiones de Semana Santa, en los años cincuenta a sesenta, en la que retomó la iniciativa el maestro D. Joaquín Muñoz, vistiendo túnicas y mantos a la usanza hebrea. Asistían a determinadas procesiones: el Domingo de Ramos, portando una palma. El Jueves Santo en los Oficios, que se celebraban antes de la procesión, el sacerdote lavaba los pies a los apóstoles, y después estos acompañaban a los romanos en el desfile procesional. Cada apóstol llevaba en las manos un objeto que lo identificaba, San Pedro, las llaves, Judas con su bolsa de monedas era el que se llevaba la peor parte con los insultos de la chiquillería. En uno de los últimos tramos de la procesión, Judas abandonaba a sus compañeros indignado por haber vendido a Cristo por 30 monedas. El Viernes Santo acompañaban a los Nazarenos, pero en esta procesión llevaba una cruz en señal de penitencia”.
La Guardia en los Monumentos
Los romanos eran una pieza angular en todas las actividades de Semana Santa. Al finalizar su procesión en la tarde del Jueves Santo montaban guardia ante el Monumento, realizado en la Parroquia. Estos Monumentos eran pequeños altares, realizados en cualquier capilla lateral con una gran imaginación y creatividad Cada hora, durante toda la noche, llegaba el Centurión, acompañado de cuatro romanos, quedándose de guardia y turnándose cada hora. Así hasta la salida de la procesión del Nazareno en la madrugada del Viernes Santo.
Guardia en la Vigilia Pascual
En la noche del Sábado Santo los Romanos permanecían de guardia ante el Altar Mayor. Con la muerte de Jesús, bajaban la celada de sus cascos. En el momento en que se producía la Resurrección de Jesús se tiraban al suelo, al originarse el milagro..
Las aleluyas
En la noche de Sábado de Gloria el novio guardaba la puerta de la novia. Si había tenido otro novio, pretendiente o alguien le tenía ojeriza, aprovechaban esa noche para ensuciar las puertas y paredes con excrementos, o le colgaban en las ventanas algún animal muerto. Eran las llamadas “aleluyas”. La obligación del novio consistía, por tanto, en vigilar durante toda la noche la puerta de la casa de su novia, para que al día siguiente apareciese totalmente limpia.
Pascua hoy
El domingo de Resurrección se visitaba a familiares o amigos. Se llevaban un par de roscos en el bolsillo y, al entrar en las casas, se elevaba un rosco a la altura del ojo, mientras se decía: “Pascua hoy, Pascua mañana, Pascua para toda la semana”; recibiendo así algún regalo (generalmente, roscos). Los más avispados llevaban juncos o cañas, donde iban colocando los roscos que les regalaban en la mañana del domingo.
Semana Santa Viviente
En el año 1995, la Comunidad Educativa del Colegio Público “Mercedes”, siendo su director D. Pedro Agudo, decidió celebrar durante los días de Semana Santa unas representaciones de los distintos pasajes de la Pasión: El huerto de los Olivos, el Prendimiento y Juicio a Jesús, el camino del Calvario, la Crucifixión y la Resurrección. La Plaza Mayor y las Eras del Calvario eran los lugares de las representaciones. Uno de los momentos culminantes era la Crucifixión, en las eras, logrando Antonio Fernández, como Jesús, uno de los mayores aplausos. Representaron también a Jesús otros villanovenses, Domingo Carmona en varias ocasiones ,una vez, corrió a cargo del joven Eloy García.. Los cuidados textos, la representación y los logrados escenarios cautivaron a cientos de personas, que asistieron a estas emotivas escenas.
Hubo años alternos en los que no se representaba. Llegamos así a 2009, momento en que se realizó el primero de los actos, el miércoles, en la Plaza Mayor. Una intensa lluvia impidió las representaciones al aire libre, por lo que tuvieron que trasladarse a la Casa de la Cultura. Domingo Carmona, despidió las actuaciones representado a Jesús.
Las dificultades en los montajes, el elevado número de personajes, y, tal vez, el no recibir las ayudas necesarias de los organismos oficiales crearon cierto desánimo; lo que acabó con uno de los proyectos, que, de haberse consolidado, podría haber llegado a las cotas más altas de presencia de visitantes.
El Bar Segarra: Museo de Pasión
Isaías Grueso Segarra regentó el bar, con este nombre, hasta el año 2017. Situado en un céntrico lugar, como es la Plaza Mayor, siempre fue un punto de encuentro; aunque en mayor medida llegado el período de Cuaresma.
Cofrade de sentimiento y ante la grave crisis de las Cofradías, Isaías colaboró en los años 70, junto a otros Presidentes, en mantener, cuidar y elevar el nivel de procesiones y agrupaciones.
En los años 80 colgó en las paredes del bar un cartel de la Semana Santa local y de algunas poblaciones vecinas. Comenzaron a llegarle carteles de Semana Santa de toda España y, el último año, reunió más de 350 de ellos. En la actualidad conserva una colección que supera los cinco mil carteles.
Después de muchos años con los muros del bar repletos de las más bellas imágenes, la cuales engrandecieron tanto la vista como el alma, en la actualidad las paredes del “Bar Segarra” permanecen silenciosas de Pasión.
Sería interesante que por parte de la Agrupación de Cofradías, ofrecieran las necesidades de conservación y difusión de estos carteles
LUCES
La bocina
Recordé y, busqué el libro publicado en 2010 por Miguel Hueta y Manuel López “400 años de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno”.
Uno de sus apartados se llama “La bocina”, de aquí extraemos” La primera mención que disponemos se encuentra en las cuentas de los años 1703-1713, en un apartado está escrito” se compró sebo para la bocina”. En 1720 “pago a P. .García de 340 maravedíes por tocar la bocina dos años”. En 1721 “se compra una bocina nueva por veintidós reales que pagaron a medias la Cofradía del Nazareno y la de la Sangre de Cristo”. En las cuentas de 1772 a 1780 figura “14 reales que se pagó al que tocó la bocina”, no se indica el nombre ni los años en que realizó esta función”.
De las deducciones y de los recuerdos de las bocinas hasta los años sesenta, era una trompeta de un metro y medio de larga, metálica y recubierta de cuero, lo que justifica la compra de sebo. La bocina tenía una doble utilización, para abrir paso anunciado la proximidad de la procesión de Viernes Santo y sonar en determinadas noches de Cuaresma, recordando que el día siguiente era de ayuno y abstinencia.
Tras enumerar algunas localidades que podrían tener alguna conexión, se finalizaba el texto con esta frase “Bien podría la Cofradía incorporar a la procesión del Viernes Santo, unas trompetas que recordarán las antiguas bocinas”.
En 2014, Jorge Martínez y Tomás Peña, iniciaron las gestiones con artesanos locales para realizar una nueva bocina, probando los sonidos para que tuviesen parecido con las desaparecidas. Fue Basilio Cuevas, el que en latón realizó la bocina con unos tres metros de larga, que se toca por todos los barrios de la localidad, al llegar la Cuaresma, cada viernes por la noche. También abriendo la procesión en la madrugada de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
José María Romero es el responsable en la actualidad de mantener esta antiquísima tradición del toque de la bocina en el periodo de Cuaresma. Jorge Martínez le pidió que retomase dicha tradición por su amistad, y comparte con José María enamorado de las tradiciones y de su pueblo unirse a ellos.
Han sido diferentes programas de televisión , que se han interesado por esta tradición, en estos días de Cuaresma.
La Llamá
En la tarde del Jueves Santo, uno de los centuriones de los Romanos, al estar cerrado el templo de San Andrés, llama repetidamente a la puerta y dice: “Abrid que vengo a hacer preso a Jesús”. Se abren las puertas del templo y así da comienzo la procesión.
El cruce de las lanzas en la Plaza Mayor
El Viernes Santo salen la procesión que se llama “Los Pasos”, con la imagen de Jesús Nazareno, en un largo recorrido. Cuando está llegando a la Plaza Mayor, salen del templo de San Andrés, las imágenes de San Juan, la Verónica y la Virgen de los Dolores. Hacia la mitad de la Plaza, la Verónica, limpia el rostro de Jesús, quedándose la imagen en el pañuelo que lo limpia. San Juan va como guía de la Virgen de los Dolores, indicándole por dónde camina Jesús. Quiere la Virgen pasar para ver a su hijo y los soldados romanos, a la orden del centurión “Crucen las lanzas”, impiden el paso, hasta tres veces. Un pequeño vestido de ángel, al nuevo cruce, se adelanta con una espada en la mano y dice: “Soldados, quitad las lanzas o las romperé, aunque sean de acero” y golpea las lanzas, que retiran los soldados para que se produzca el encuentro. La Cofradía de “Los Romanos”, es clave en esta ceremonia. Hoy debemos rendir homenaje a dos de sus centuriones, José María del Sol, por llevar 50 años participando en esta ceremonia, y por su reciente pregón en el Centenario de la Cofradía y a Juan Garrido que dejó su puesto terrenal para asomarse al balcón celeste cada Viernes Santo.
Escaparate Céntrico dedicado a la Semana Santa
Se mantiene la tradición de en los escaparates de un comercio de la Plaza Mayor, adornarlo con los símbolos de la Semana Santa. cirios, faroles, carteles y objetos. En este año resalta el cartel del pintor Felipe Herreros, así como un gran lienzo sobre la fachada, con la reproducción del cartel . La idea del joven y entusiasta cofrade Alejandro Ruiz, llena de sentimientos y emociones su entrega ejemplar.
Las saetas
Antonio Fernández Sánchez, nos ofrece sus saetas que emocionan, Su voz se escucha entre el sonido ronco de un tambor, cantando a todas las imágenes. La salida del Nazareno, en la madrugada por la Puerta de la Umbría, es uno de los lugares en donde ofrece su pasión y su corazón. En la Plaza Mayor en el encuentro del Nazareno y la Virgen de los Dolores, y por la noche en la mística y recogida Plaza de Santa Ana, al Santo Entierro. Canta a todas las imágenes y compone numerosas saetas. Es justa la colaboración que las Cofradías deben hacer para facilitar su labor.
Apresamiento del sacerdote, predicador del Sermón de la Madrugada
En la madrugada del Viernes Santo un centurión, junto a varios soldados romanos, se dirigía a casa del sacerdote, cercana a la Iglesia. Una vez allí, le ataban las manos y lo llevaban “preso” para que ofreciera el Sermón de la Madrugada, con una duración extensa, hasta la salida de la procesión del Nazareno. Esta ceremonia ha tenido distintas aceptaciones por parte de los sacerdotes, confiamos en mantenerla como recuerdo de un cercano ayer.
La Semana Santa Infantil
Una iniciativa de Tomás Peña y otros cofrades se mantiene con gran auge. Todos los colegios de la localidad, cada uno con varios pasos cofrades portados por los niños, bandas de cornetas y tambores , y cientos de acompañantes ataviados como los cofrades inician su recorrido procesional desde los respectivos colegios hasta el encuentro de todos en la Plaza Mayor. Debo indicar que estos pequeños pasos llevan la talla y trabajo de los excelentes escultores villanovenses.
Semana Santa Viviente
ALCO TEATRO, se ha entregado a mantener la Semana Santa Viviente, aunque en una sola jornada, tomando como lugar de representación el casco antiguo, con los escenarios de alrededores de la Iglesia Parroquial de San Andrés, Plazoleta de Santa Ana, y Eras del Calvario,
Sería conveniente dotar a estas representaciones de megafonía, y lo medios necesarios, para llegar los diálogos, a los cientos de personas que se dan cita los lunes de la Semana de Pasión, la música llega por el acompañamiento de alguna de las bandas de música o de las Cofradías.
Las tradiciones gastronómicas de nuestros hornos
Han cambiado los tiempos, hace unos años, en cada casa se hacían roscos, mantecados, y se pedía a los hornos una hora para colocar las bandejas con estos productos., En la actualidad los hornos, durante la época de Semana Santa, amasan los productos típicos de este periodo, los mantecados, los roscos de anís, de vino, flor de lis, borrachuelos, “leche frita”, torrijas, los “sobaos”, los hornazos, una especie de bollo, que lleva un huevo enlazado….
Se mantiene como comida típica realizada con bacalao y patatas para comer en viernes santo, “el encebollado”.
Las monjas de Santa Ana, han mantenido la tradición de viejas recetas de comidas para esta época, como de repostería.
Deseo que además del intenso trabajo de las Cofradías en mantener su legado histórico-artístico, sus costaleros y anderos, las Bandas de Música, su colaboración con instituciones de solidaridad, llevar al día los archivos referentes a todo lo que acontece en la Hermandad, aporten su grano de arena a estas tradiciones y su conservación para el futuro.
FUENTE: M.L.F.