SOMOS HEREDEROS DE LOS PUFOS AJENOS QUE NADIE ASUME
POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (PRINCIPADO DE ASTURIAS)
El heredero no siempre lo es de una fortuna, puede serlo de un agujero negro, o las dos cosas, y ha de renunciar o elegir el lote completo, cargado de impuestos y atracos que han de liquidarse en efectivo, raramente en especies; el Erario es remiso a admitir en pago una huerta o mil libros, por bien escritos que estén; por eso el legatario debe estar seguro de lo que asume: derechos y obligaciones, deudores y acreedores.
En cualquier caso, querámoslo o no, todos somos herederos de los pufos ajenos que nadie asume. Decía un tío-abuelo mío cuando vino de Cuba: «Debo mucho, nada tengo: el resto lo dejo a los pobres».