POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA
El mecenazgo Valbusenda en su sala de exposiciones del hotel nos ofrece en este mes de despedida veraniega una gran exposición que huele a tierra nuestra. Emilio Benéitez nos ofrece en esta magnífica muestra ese resumen completo de todos los campos y materiales que a todo lo largo de su labor, de todos los momentos que la inspiración llega y llama con fuerza. Comenzando con el familiar y simplista lápiz hasta el óleo más inspirado y sugestivo dejándonos llenos de interés por seguir más adelante y disfrutar de ese encanto de lo sencillo que deja caer con naturalidad. Todos los géneros están tratados con acierto en la acuarela con mimo y delicadeza, lo íntimo se nos hace familiar.
Emilio nos lleva a través de sus abstracciones a adentrarnos en nosotros mismos y hacer un verdadero ejercicio de reflexión ante lo que vemos, consiguiendo dejar claro cómo cada línea, color o forma lleva dentro su mensaje, hasta el punto de hacernos sentir que algo está dedicado a nosotros mismos.
Esta filosofía la aplica nuestro artista también cuando de lo figurativo se trata y en este campo logra auténticas creaciones de una sutileza y un encanto que consigue romper todos los moldes y atraer con la mayor sencillez y naturalidad, saltando de campo de las promesas al de una realidad.
Tan clara como definida que sin duda dejará una profunda huella a partir de esta presentación en el mecenazgo de Valbusenda, mensajero fiel y constante cuando, como en este caso, de un artista de la tierra se trata.
Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/