POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ , CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Cuando yo impartía clase de Física solía insistir mucho en mis alumnos que , al definir una magnitud, un fenómeno, una propiedad…, fueran breves, claros y muy precisos en su expresión. Que no utilizaran palabrerío inútil y vagamente conceptual porque , además de no aclarar nada, «bajaba la nota».-
Les ponía dos ejemplos : Uno, la definición de LUZ que dió un científico italiano del siglo XVI : «La Luz consiste en un flujo luminoso emitido por un cuerpo lumínico».
Como suponía que no entendían lo que significaban las expresiones «flujo luminoso» y «cuerpo lumínico» , continué con el segundo ejemplo.
Voy a haceros una pregunta, les dije.- ¿Oisteis hablar de la novela «Los Tres Mosqueteros» , obra de Alejandro Dumas (1802-1870)? Pues este señor, gran estudioso de la cocina, nos dice en su libro «Grand Dictionaire de la Cuisine» que «SE DENOMINA SOPA A TODO ALIMENTO DESTINADO A SER SERVIDO EN SOPERA».-
¿Veis? .- Ahí tenéis dos definiciones, la de la luz y la de la sopa, que no definen nada.
Así que a partir de ahora no me digáis que, pongo por caso, una FUERZA ELECTROMOTRIZ es «como si cuando la batería de un coche produce corriente apara que el motor arranque».
Sí, sí.. Ya se lo que piensan ustedes ; ¿A que no le hicieron caso, verdad? .- Pues efectivamente, pero se rieron un poco.
Bueno, bueno… Pero , ¿qué es una sopa?.
Angel Muro, en su «Diccionario de Cocina» , libro de finales del siglo XIX (que tengo la suerte de poseer) nos dice que SOPA es «el plato compuesto de pan, arroz y otro farináceo y caldo de la olla» .- Como ven, otra definición bastante imprecisa y en consecuencia, inútil.
En Asturias solemos decir que «sopes, lo mismu dan munches que poques» aludiendo con ella a su escaso poder nutritivo ; aunque, eso sí, aseguran que reconfortan el estómago, dan calor al cuerpo, abren el apetito y ponen la cara colorada. Que no es poco.
Para mi gusto, tres son las sopas que me apasionan : la del cocido de garbanzos (caldo del cocido y fiedeos finos) ; la sopa de ajo con sabor picantín y un huevo escalfado en ella , y la SOPA DE PESCADO.-
Esta sopa, la de PESCADO, fue plato muy tradicional en la Nochebuena asturiana. Y esto por dos razones : una, la económica (había «pocos posibles» , se decía) ; y la otra, por la exigencia del cumplimiento de la abstinencia (era día «de vigilia»).
Al hablar de la «escasez de posibles» (poco dinero), recuerdo un dicho muy popular en Colunga que se aplicaba cuando a uno le resultaba difícil adquirir un producto : «¡Ay, fíu ; eso hailo , pero ta en Casa Los Pablos».- El establecimiento colungués «Hijos de Pablo Pérez» era de los más afamados en el Concejo.-
Vayamos, pues, con nuestra Sopa de pescado navideña
.
En una cacerola grande con agua y un toque de sal coceremos 2 cabezas de pixín (rape), dos cabezas y dos colas de merluza, las cabezas de 12 langostinos medianos, un puerro , una zanahoria y una rama de perejil. Tras unos 15 minutos de hervor, se cuela el caldo, que se reserva, y , ya templadas o frías, se seleccionan las carnes de la cabezas y colas de los pescados.
En ese caldo, ya en otra cacerola, dan unos hervores unas rebanadas (sopas) muy finas de pan asentado de dos o tres días; a las que se añaden las carnes de los pescados y las colas , peladas, de los langostinos..- Se prepara, aparte, un sofrito con aceite, ajo, pimentón y una guindilla y se incorpora a la sopa, dejando que prosigan los hervores durante unos 10 minutos. Reposa durante una hora aproximadamente.
Se sirve , muy caliente , en sopera o en cazuela de barro, decorando la sopa con huevo duro muy picado.-
NOTA.- Hay quienes complementan esta sopa con unas almejas, berberechos, mejillones y también quienes, además, la «cristianan» con un chorrito de un buen vino blanco.
Cuestión de gustos.
A mi , personalmente, no me agrada ver trozos de mariscos (nécoras, cangrejos de mar, langostinos con caparazón y cabezas…) «navegando en la sopa» . A mi me gustan las sopas «a lo señoret» , que dirían los valencianos; o lo que es lo mismo, sin tener que emplear las manos para «limpiar» el marisco.
En la foto, sopera antigua portuguesa. Las encuentran de imitación en cualquier villa portuguesa «de frontera» (Valença de Minho, Miranda do Douro, Chaves….) tan frecuentadas por visitantes – compradores españoles.
Fuente: https://www.facebook.com/LesHistoriesdeFidalgo/posts/1947806935307853?__tn__=K-R