POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
¿Desea usted aprender a no dar puntada sin hilo? Pues esta es la obra que no debería perderse: ‘Costura creativa’, el original libro de Sylvia Santiváñez, quien propone un completo recorrido para que, sin necesidad de ningún conocimiento previo, aprender a coser de manera divertida. Desde la forma de enhebrar la agua a las herramientas necesarias, sin olvidar diversas propuestas de trabajos, Sylvia ha logrado el objetivo que se planteó y que, por resumirlo pronto, es lograr que hasta el más torpe aprenda a utilizar la máquina de coser. La obra, editada por Oberon, fue presentada el viernes en la tienda Fnac, en Nueva Condomina.
-A ver, ¿usted alguna vez ha dado puntada sin hilo?
-(Risas). Pues no pocas veces me quedo sin canilla y al acabar me doy cuenta de que, en realidad, no he cosido nada. Pero si me habla más en sentido figurado, le diré que procuro que cada cosa que hago o digo tenga siempre una razón de ser, especialmente en cuestiones de trabajo.
-Bueno, ¿y con esta obra puedo aprender a coser aunque nunca haya cogido una aguja?
-¡Desde luego! Está pensada justo para eso. Coser no es difícil, pero la máquina no es un cacharro que sea especialmente intuitivo. Con una guía como esta el camino es mucho más sencillo.
-¿Cómo se le ocurrió la idea de escribir un libro tan curioso?
-Trabajo como ‘blogger’ profesional en chitalou.com. Me dedico a impartir cursos de costura, presenciales y ‘online’. Hace tiempo me di cuenta de que la gente me preguntaba siempre las mismas cosas y se encontraba con los mismos problemas a la hora de coser. Pensé que sería útil tenerlo todo recopilado en un libro sencillo, práctico, directo y sin rodeos.
-En sus páginas asegura que la máquina de coser no es un microondas y que nos huele el miedo. ¡Madre de Dios! ¿cómo se supera eso?
-(Risas). ¡Pues cosiendo mucho! Es como conducir, que al principio da respeto. Crees que te vas a equivocar a la mínima y no actúas con decisión y eso puede ser peor. Pues con la máquina de coser sucede igual. La grandísima ventaja es que si te equivocas solo hay que descoser. No hay vidas en peligro.
-En una de las secciones propone realizar variados proyectos (bolsos, fundas para tabletas y hasta un ‘pantalón de pijama a partir de otro’), ¿cuál es el trabajo que más le ha costado hacer?
-Mi primer bolso. Aquello era un despropósito, no había por dónde cogerlo. (Risas). Cuando vas a ciegas y te inventas las cosas, hay muchas posibilidades de que salgan, como poco, regular. Lo genial es que cosiendo se desarrolla mucho la visión espacial, así que una vez terminado con éxito el primer proyecto, el resto va rodado.
-¿Le gustan más las máquinas actuales o aquellas antiguas por su encanto?
-Aunque no esté muy de moda, no puedo negar que me gustan más las actuales. Y cuantas más funciones tengan, mejor. Soy muy pragmática, y las antiguas están muy bien para decoración, pero… ¡ocupan mucho!
Fuente: http://www.laverdad.es/