Tal día como hoy, pero de 1997, el anterior reloj de la torre dio sus últimas campanadas de fin de año. Estuvo 105 años en funcionamiento, construido por Antonio Canseco y Escudero. El actual es electrónico y en su esfera se puede leer Valverde. Importó cuatro mil pesetas con los honorarios y viaje de ida y vuelta de dos operarios para verificar la instalación y pupilaje de las obras de albañilería y demás gastos para su colocación.

En la imagen, la maquinaria del reloj Canseco que, en mi opinión, se debía guardar para su exposición, hoy está lleno de suciedad.

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