POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

Más que una patria (tira Pérez Reverte de eufemismos), somos parte de un territorio cultural; sostiene (y yo) que en España al liderazgo y la brillantez intelectual las machaca el sistema, de ahí la mediocridad de quienes pasan ese filtro, tragan por lo políticamente correcto y, entre otras vergüenzas, reniegan de El Cid y de Pelayo (de la Pixarra no). Segunda cita: asegura mi amigo Luis Arias Argüelles que los españoles adoramos antes al personaje de ficción, al Quijote perdedor, que al histórico y triunfal Campeador, es decir, que somos quijotes, lo contrario de chauvinistas. Y últimas citas, pesimistas para esta cuna ibérica que va de rocín a ruin, de carpetovetónica a confusa, encanallada y ruborosa; una me la refresca José Manuel Barreal, la escuchábamos a Don Manuel de la Torre, director del Colegio San Luis, de Pravia: “Quod natura non dat, tararura”; la otra es de quien suscribe: Lo que no presta Salamanca, chiquichanca.

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