POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En “La Noche en 24 horas”, Joan Tardá aventura una “fractura emocional” tras la condena por la conspiración del 1-0; justificó como una “anomalía” que lleva a contradicciones las pancartas institucionales que denuncian la existencia de presos políticos, pero la achaca a un “primer momentum” de anomalías en la que incurrió el Estado español, etc. Más tarde, en respuesta a un tal Javier Ezquerro, dijo: “Tal como Rubio Llorente preveyó, hubiera sido…”. Sí, dio una patada al castellano y soltó “preveyó”, cuando el pretérito perfecto simple del verbo prever es previó (en catalán “prevéu”, creo). Pero este político tiene talla hasta para cambiar nuestra conjugación sin que nadie le rebata esta anomalía y las otras. Me harto de llamar gentuza a los separatistas catalanes pero también yo utilizo mal el castellano; no es gente despreciable sino muy preparada; ya quisiera en mi defensa algún Tardá con sus anomalías.
Fuente: https://www.lne.es/