POR MIGUEL FORCADA SERRANO, CRONISTA OFICIAL DEL PRIEGO DE CÓRDOBA (CÓRDOBA)
Con la representación de la obra titulada “Esto es Troya”, texto de Francisco López Salamanca, a cargo de alumnos del Colegio Niceto Alcalá-Zamora, se ha clausurado hoy la novena edición del FESTIVAL DE TEATRO ESCOLAR en Priego de Córdoba. Han participado 7 de los 11 centros educativos de Priego, lo que supone una alta participación, aunque en mi opinión, insuficiente, pues ningún centro de enseñanza debería desaprovechar una herramienta educativa tan importante.
El festival se inició en 2015 y en 2016, escribí en el programa: “El teatro escolar contiene valores educativos que no se limitan a la mejora de la expresión verbal o a la memoria, sino que afectan positivamente a la creatividad, a la trasmisión de emociones y valores, a la autoestima, a la autonomía personal o al conocimiento e implicación en los problemas sociales. Este año, además, el programa que presentamos, al incluir los géneros del musical, títeres y circo, desborda el concepto de teatro para situarse en el de las artes escénicas.”
Destacar el trabajo insuperable de Carmen Serrano Ceballos, directora del evento; y también la colaboración prestada por las profesoras y profesores de los centros, por el grupo Argamasa y por el Centro del Profesorado Priego-Montilla.
En el programa de este año, la concejala de Educación y Cultura, Jezabel Ramírez, ha escrito: “El teatro es uno de los grandes bálsamos que el ser humano ha utilizado durante siglos para sanar sus miedos, dudas, anhelos y utopías.”
Así es, desde el siglo de Pericles, en la antigua Grecia. O tal vez antes.