POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Tuve la suerte de disfrutar , ya en los últimos años de su vida, de la amistad de don Pedro Caravia Hevia, colungués de Goviendes, catedrático de filosofía y una personalidad sobresaliente en la cultura asturiana.- Era un sabio que sabía transmitir ciencia con lenguaje muy sencillo, muy asequible al interlocutor.- El me decía con frecuencia «Mire, Fidalgo, cuando hable o escriba use los esdrújulos lo menos posible ; lo esdrújulo suele ser índice de ignorancia o de majadería».
Tenía razón. Él y su esposa doña Clotilde eran ejemplo de «sencillez en la Ciencia y de amor en el Saber·
¡Que sorpresas de la vida!
Hoy, reviviendo el «esdrújulo», retomo una dulcería extremeña de la que ya hablé en mi libro «DELICIAS CULINARIAS CON NOMBRE SORPRENDENTE» (Everest SA. León 2004), cuyo nombre, pintoresto y llamativo, es TÉCULA MÉCULA.
Les cuento la historia, confirmada en sus extremos, por el artesano confitero oliventino don José Ignacio Rodríguez Fuentes, dueño de la Confitería FUENTES, de Olivenza (Badajoz).
Olivenza, muy antaño localidad española, en 1297 pasó a dominio portugués durante el reinado de Don Donís I de Portugal por acuerdo del Tratado de Alcañices. En 1801, mediante el tratado de Badajoz en tiempos de Carlos IV volvió a la pertenencia española… y español sigue siendo ese municipio pacense.
Pues héte aquí que una buena señora, artista de la repostería, doña Celestina Martínez Suárez, hurgando entre papeles viejos de su baúl, encontró una receta dulcera de nombre original y llamativo (TÉCULA MÉCULA) con origen probablemente monacal de la zona portuquesa del Aletenjo.
Animó a su marido don Juan Fuentes Cordero y, ¡hala! abrieron negocio confitero en OLIVENZA con el título de CASA FUENTES.
Era el año 1942.
¿De dónde proviene eso de TËCULA MËCULA?
Miren ustedes.
En el Alentejo portugués hubo y hay dos conventos famosos por su dulcería : El Covento da Vidigueira tiene fama con su BOLO DE AMËNDOA y en Beja es extraordinario el BOLO DO BOM GOSTO; uno y otro muy parecidos a la Técula.
Las monjas (si no todas, al menos algunas, sabían latín) y conocían que una de las acepciones del verbo COLO es cuidar, obsequiar, regalar… La expresión «colo aliquem opoulenter» significa que obsequio a alguien espléndidamente.
Si una persona obsequia a otra le diría TE COLO y si se «regala a sí misma», ME COLO.
Por deformación fonética termanría en TËCULA MËCULA; que es decir, UN REGALO PARA TI Y PARA MI.
Otra versión del origen podría ser está TECUM, en latín, es CONTIGO y MECUM, CONMIGO.
Lo que nos lleva por otro camino al PARA TI Y PARA MI.
Bueno, bueno… Y por si fuera poco lo expuesto, aún me resta otra interpretación.
THEKA, en griego, tiene significado de caja; y MISCELLA es «mezcla que seañade a otra cosa. La TËCULA MËCULA sería una mezcla de masa dulce que se encierra o recubre con una caja (en este caso con una lámina de pasta quebrada o pasta de hojaldre).
Les doy una receta aproximada porque la real es «secreto de CASA FUENTES.
Hagan un almíbar de punto fuerte con agua y unos 300 g de azúcar. Reserven.
Aparte, en un cazo mezclen muy bien 300 g de almendra molida y 150 g de mantequilla. Cuando esté bien unido añadan, batidas previamente, 4 yemas de huevo y dos claras; agreguen esto al almíbar y añadan un poco de harina, batiendo muy bien, para lograr un relleno suave y compacto.
Forren un molde con una lámina de pasta quebrada o de pasta de hojaldre, completen con el relleno y horneen a unos 180º C durante unos 20 minutos.
Una vez fuera del horno y fría la tarta, desmolden y decoren al gusto.
NOTA.- Nuestro agradecimiento a don IGNACIO RODRIGUEZ, de «CASA FUENTES» , Olivenza (Badajoz), por toda la información.