TELDE (CANRIAS), DE VISITA TURÍSTICA POR ARUCAS • LA EXCURSIÓN SE ENMARCA DENTRO DEL PROGRAMA CULTURAL ‘ENCANTANDO DE CONOCERLE’
Feb 01 2017

ESTUVIERON ACOMPAÑADOS POR EL CRONISTA OFICIAL DE TELDE, ANTONIO MARÍA GONZÁLEZ PADRÓN, QUE ILUSTRÓ EL VIAJE CON INFORMACIÓN SOBRE LA CIUDAD ARUQUENSE

Un amplio grupo de personas pudieron disfrutar de la visita a la ciudad de Arucas. (Foto TA)
Un amplio grupo de personas pudieron disfrutar de la visita a la ciudad de Arucas. (Foto TA)

Nuevo éxito de las excursiones que mensualmente organiza la Casa-Museo León y Castillo de Telde. El pasado 14 de enero un grupo conformado por unas 120 personas disfrutó de un agradable periplo sabatino por el municipio norteño de Arucas.

Los asistentes a la excursión, que se enmarca dentro del programa cultural Encantando de Conocerle, estuvieron acompañados por el cronista oficial de Telde, Antonio María González Padrón, que ilustró el viaje con información sobre la ciudad aruquense.

La Casa Museo León y Castillo de Telde dependiente de la Red de Casas Museo del Cabildo de Gran Canaria en su programa cultural “Encantado de Conocerle”, después del éxito de asistencia de público obtenido en el último trimestre de 2016, y en anteriores visitas a las localidades de Valsequillo, Gáldar y Agüimes, en la que se visitaron los emblemáticos recintos del patrimonio histórico artístico de estos lugares que conforman la geografía cultural isleña, la mañana del sábado 14 de enero de 2017, enmarcado en el mismo programa, el grupo de 120 visitantes que desde Telde fueron conducidos en dos guaguas a la norteña ciudad de Arucas, con la oportunidad de recibir la información directa y bien documentada del Cronista Oficial de la Ciudad de Telde, Antonio María González Padrón, Alicia Hernández Padrón, Técnica de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Arucas y Licenciada en Historia del Arte, y de David Cabrera, técnico de Turismo del Ayuntamiento de Arucas.

Como en cada salida y accediendo por la autovía, el Cronista adelantó durante el trayecto una importante información histórica y características del entorno geográfico y poblacional prehispánico del topónimo aborigen Arehucas. Asentada en el norte en un valle y al pie de la Montaña de Arucas, un antiguo volcán con excelentes vistas al litoral nordeste, y por el noroeste hacia los valles, montañas y cumbres del interior de la isla. El acontecimiento de la Batalla de Arucas en la que el caudillo, el guerrero y valiente Doramas, líder de la resistencia aborigen, fue muerto por la lanza traidora de los conquistadores castellanos. Uno de los principales cultivos iniciales en esta zona fue la caña de azúcar que data desde el siglo XV. Ya desde el siglo XIX dos ciudades van a destacar por el aguardiente y el ron de Telde con su fábrica de San Juan, y la de Ron Arehucas. Actualmente la de Arucas es emblemática su fábrica de ron y ron con miel, que distribuye y comercia desde su centro al exterior suministrando la caña cultivada en Granada, y que para Canarias ha representado una economía importante.

De las primeras ermitas que se levantan en Arucas, la de San Pedro Mártir, como la misma que se denomina en Telde, de San Pedro Mártir de Verona. En su interior había un tríptico de origen flamenco no de la línea de Van Cleve en Agaete, ni como el de San Juan de Telde, pero aquel se perdió, existiendo una reproducción realizada en 1990 por restauradores de la Casa de Colón, Julio Moisés y Pilar Leal, propiedad de la propia Fábrica que utiliza para actos culturales. Enfrente de la Fábrica el primer lugar donde se crearon las Escuelas Cristianas de los Hermanos de San Juan Bautista de Lasalle. La alta burguesía de Arucas queriendo dar formación superior a sus hijos, buscó una orden religiosa ubicada en Arucas y se hicieran cargo de un colegio para la educación de sus hijos y evitar que no se instalaran fuera de Arucas. En 1894 alcanza la categoría de ciudad por gracia de la entonces reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, en mérito a su crecimiento y laboriosidad. La arteria principal de Arucas, por aquel entonces Calle Real, pasó a denominarse de León y Castillo en agradecimiento a las distinciones conseguidas por el prócer, político y diplomático teldense don Fernando León y Castillo por el desarrollo de la que fue villa a ser ya Ciudad de Arucas. El acto se celebró con un homenaje a modo de manifestación en procesión con el cuadro de don Fernando, pintado por Massieu Falcón, por la calle que hoy rememora su persona.

La primera parada se inicia ante las puertas de la Fábrica de Ron Arehucas fundada en 1884, donde el Cronista Oficial de Telde hace una descripción geográfica, urbana y social del desarrollo de Arucas, partiendo de la base principal de la economía basada en la agricultura que ha sido desde siempre la principal riqueza económica del municipio, destacando las amplias vegas de plataneras y de la riqueza de las aguas que repartían el preciado líquido por estos campos, aguas regidas desde la Heredad de Arucas y Firgas, ubicada en un emblemático inmueble por su arquitectura y bellísima fachada ante la cual recibimos toda la información necesaria para conocer sus inicios e historia muy relevante para la economía de esta zona.

La sede de la Heredad de Arucas y Firgas, Mancomunidad propietaria de las Aguas para el regadío constituye uno de los edificios más representativos del municipio de Arucas y del patrimonio arquitectónico canario. A pesar de la antigüedad de su fundación (1545-46), la Heredad no contó con local propio para celebrar sus sesiones hasta 1912. Ubicado por la compra del solar en la llamada cantera de El Mirón, situada sobre un montículo. Es un bello edificio de estilo ecléctico, construido entre 1908 y 1912 según el proyecto del arquitecto Fernando Navarro. Bellísima fachada que se compone de una planta baja de cinco cuerpos separados por pilastras. Una segunda planta con tres cuerpos centrales, con terrazas abiertas a ambos lados. En la zona central destaca el torreón de dos cuerpos, de planta rectangular y de cubierta con escamas, rematado con un pináculo sobre con pequeñas ventanas en su base, proporcionando luz al interior de la cúpula.

Todo el edificio muestra la importancia social y económica de esta Heredad de Aguas con más de cinco siglos de historia. Los beneficios económicos obtenidos de la agricultura, para lo cual este organismo construyó una importante infraestructura hidráulica (acequias de piedra, cantoneras, estanques y presas), permitió que participaran de forma activa en obras sociales significativas como la construcción de las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria (1848), el Teatro Pérez Galdós (1867), los puentes de Arucas y Tenoya (1860/1872), el Mercado Municipal de Arucas (1882), las Presas del Pinto, la actual iglesia de San Juan Bautista (1909-1977), etc. Esto, sin duda, animó a sus miembros a plantearse en 1909 la construcción de esta magnífica obra, de cúpula gallonada y excelente decoración pétrea. Los planos fueron diseñados por el arquitecto Fernando Navarro y los trabajos concluyeron en 1912, instalándose un año más tarde el reloj. Fernando Navarro fue también el director de las obras de la iglesia de Arucas.

En este eje urbano que comprende la Fábrica de Ron, la Heredad, hay otro importante centro, el Museo Municipal, que en cierto modo están conectados ya que en este edifico museístico vivió la familia Gourié, en la Heredad estuvo de presidente y fue una de las personas ilustres. José Francisco Gourié, vivió en el museo con su familia, y en La Heredad, porque en parte allí trabajó, y en la Fábrica de Ron porque sus antepasados fueron los que construyeron la fábrica; su padre, Alfonso Gourié, junto con Bruno González Castellano, uno de los primeros alcaldes de Arucas. Todo este espacio cultural de influencia semi francesa está protagonizado por una serie de personas, sobre todo la familia Gourié.

Tras el enrejado que cubre los jardines municipales, Parque Nuevo o de las flores, de estilo francés, diseñado para ser visto, en torno a la calle de La Heredad, un precioso parque que en este tramo llega hasta el Museo Municipal. A la entrada se levanta un monumento dedicado a San Juan Bautista de La Salle, hermanos religiosos traídos por la burguesía hasta aquí para dedicarse a la formación de los jóvenes. Descripciones de esta ruta urbana que los informadores guías de esta visita, Alicia Hernández y David Cabrera, detallan con ciertas curiosidades, como la talla que sobre los restos del tronco de un tilo muerto ha esculpido hace años, formando parte de la laurisilva, el escultor aruquense Antonio Rodríguez, quedando como un misterio la escultura en madera dada a la fantasía, como el relato infantil de un duende que durante la noche envuelve este parque. Al pie del tronco madre que muere y da vida a los hijos que nacen y crecen al pie del hermoso árbol, allí la escultura del duende permanece como un elemento natural más del frondoso parque de Arucas.

Todo este jardín se extiende entre parterres rodeados de acequias que desde la cantonera principal, clave de la ciudad en la cultura del agua, una de las más bellas, antiguas y grandes de Canarias, se conserva realizada en cantería de Arucas, gracias a las piezas que un labrante pudo hacer formando parte de todo el patrimonio etnográfico en torno al agua que se distribuía sobre esta zona y las fincas que estaban en este entorno, cultivos de plataneras que ocupaban esta gran superficie hasta su estructuración moderna y urbana como parque público, proceso que duró desde 1940 y 1970 por parte del Ayuntamiento, para llegar hasta el Museo Municipal donde vivía la hermana de don Francisco Gourié. Don Francisco Gourié realizó y donó una fuente de agua a la ciudad para que llegara el agua por una canalización desde la Fuente de El Hierro, que se utilizó durante mucho tiempo. Convirtió esta zona en el pulmón de Arucas que reúne vegetación de toda Europa y parte de América, variedades arbóreas, araucarias de origen chileno y peruano, palmeras, y otras especies, ornamentado con esculturas y motivos escultóricos dedicados a efemérides.

A lo largo de esta calle edificios espléndidos que marcan la influencia de la burguesía de la época con marcados estilos arquitectónicos que destacan la utilización de la piedra de cantería de Arucas, canteras que llegaban hasta el mismo casco de la ciudad, el Museo del Labrante, y la propia construcción de la Fabrica de Ron, y en esta elevación de canteras de piedra, parte de ella se destinó a la iglesia, construcción de la Heredad y otros edificios.

Hermosos edificios como la casa de los Rosales, cuyo propietario don Blas Rosales, fue tesorero de la junta de construcción de la iglesia de Arucas, de familia acomodada y que habitó en la casa de espléndida fachada con el detalle de los preciosos ornamentos en cantería que coronan puertas y ventanas, como el bello trabajo escultórico del óvulo que encierra unas rosas significando el apellido familiar. Utilizan el elemento natural de esta zona que dio origen a una industria especializada en el labrado de la piedra, perfectos trabajos de armonización arquitectónica y exquisitos diseños de ornamentación exterior e interior, reflejos del buen gusto por el perfecto acabado artístico, que aporta a esta grandeza urbana, que en esta ciudad y en otras muchas de la isla se pueden apreciar como el símbolo característico de sus obras en piedra natural de Arucas, gracias a la labor de grandes maestros especialistas del municipio que dejaron para la posteridad una importante escuela creada por los Labrantes y Tallistas de Arucas.

El Museo Municipal muestra una importantísima colección de obras pictóricas y esculturas en madera, cantería, piedra artificial, escayola patinada, piedra aglutinada policromada, con referencia a afamados artistas canarios que repartidos por sus salas exponen obras maestras de la escultura y pintura canaria, Abraham Cárdenes, Manuel Ramos González, Toni Gallardo, pinturas de Santiago Santana, Guillermo Sureda y otros, con obras de importantes artistas contemporáneos de la Escuela Abrahám Cárdenes. En Tejeda este escultor cuenta con un Museo donde se exponen sus obras. Una visita obligada para los amantes de la escultura y pintura. En una de las salas dedicada a la escultura de Abrahán Cárdenes se expone la figura del prócer y patriota nacido en Telde, don Carlos Evangelista Navarro Ruiz, al que se le debe entre otras acciones la creación del Centro de Iniciativas y Turismo, Cronista Oficial de Las Palmas de Gran Canaria, presidente de la Heredad de Regantes de la Vega Mayor de Telde, entre otros muchos cargos. La escultura responde a un proyecto que se hizo en su día por encargo conjunto de los Ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Telde, además del Cabildo de Gran Canaria. El monumento debía tener dos localizaciones, en Las Palmas de Gran Canaria donde desarrolló su labor profesional y en la ciudad de Telde que le vio nacer. Sería loable que la idea se retomara por las Instituciones correspondientes, Cabildo de Gran Canaria, etc.

David Cabrera imparte la historia de los labrantes y su trabajo sobre las canteras y la piedra ya cortada tratando las medidas con la justa precisión para el encaje perfecto y armónico de los diseños requeridos para esta arquitectura. Llegados a la Plaza de la Constitución y frente al edificio del Ayuntamiento del año 1875, aunque Arucas tiene Ayuntamiento propio desde el año 1813, después de las Cortes de Cádiz. Con el tiempo el centro neurálgico de la ciudad se fija en la actual Plaza de La Constitución, y equidistantes los tres poderes de la ciudad, el poder religioso en la iglesia, el poder civil en el Ayuntamiento y el poder económico, la Heredad de Aguas. A principios del siglo XX se instala el primer mercado de las islas orientales, actualmente cerrado y en proyecto su futura utilización. La fachada del Ayuntamiento muestra una grieta ocasionada por un disparo de cañón durante la Guerra Civil. Por instancias del Cronista de Telde, el público visitante dedica un aplauso unánime a la Constitución Española que toma el nombre de esta plaza aruquense.

Recorriendo la arteria urbana de León y Castillo, entrando en la calle de Gourié, donde se ubica la Casa de la Cultura con una parada en la Glorieta del doctor Joaquín Blanco, donde el busto en bronce del poeta canario Domingo Rivero, nacido en Arucas preside este lugar. Por esta calle se accede a la bellísima iglesia de San Juan Bautista, entre los edificios asoma su esbelta torre norte, modelo de compleja labor arquitectónica en la historia de un proyecto culminado en el tiempo, que en su estilo neogótico muestra a los ciudadanos y visitantes la extraordinaria estampa de este templo símbolo de su patrimonio histórico artístico, conocida popularmente como la Catedral de Arucas, aunque no es una catedral.

Tras la conquista de la isla por los Reyes Católicos en el año 1483 en Arucas surge un nuevo pueblo a imagen del recién importado modelo castellano, en el mismo emplazamiento que, previamente ocupó la población aborigen. Parece que la fundación del nuevo caserío ya es un hecho en 1503, con la concentración de un reducido núcleo de casas en torno a una pequeña ermita dedicada a San Juan Bautista, en una zona llamada entre el “Teatro Nuevo” y la actual iglesia. El auge de la comarca propició que la ermita fuera elevada a Parroquia en 1515. Con el paso del tiempo la vieja fábrica se fue deteriorando, obligando a una importante reedificación en el siglo XVI, a la que siguieron sucesivas restauraciones.

En el siglo XVII, la ermita pasó de una sencilla planta central a convertirse en un templo de tres naves, de corte renacentista. Ya a finales del siglo se interviene profundamente en la fachada, añadiendo en el flanco norte una torre-campanario de aire románico, con piedra azul de las canteras de Arucas y, en 1846, la torre sur neoclásica que incluía un magnífico reloj, símbolo de progreso y modernidad. Desde principios del siglo XX se afianzó la idea de que la población contara con un edificio más grande y esplendoroso, debatiéndose entre mejorar el existente o levantar uno nuevo. Finalmente, venció la opción de la demolición y la construcción de uno nuevo en su lugar. Así, en enero de 1909, se empezó a desmontar el primitivo templo, al tiempo que ya se trabajaba en el proyecto de la actual iglesia.

El actual templo de Arucas sustituyó al primitivo templo de San Juan del siglo XVI y comenzó a construirse el 19 de marzo de 1909, según proyecto del arquitecto catalán Manuel Vega y March, abriéndose al culto en 1917, aunque las tareas arquitectónicas se prolongaron hasta 1977. La idea de levantar un nuevo recinto, más grande y esplendoroso que el anterior, que albergara a la creciente población de la parroquia, fue acogida con entusiasmo por todo el vecindario que participó solidariamente con el proyecto. Es una obra colosal, en estilo neogótico, realizada en cantería de Arucas, que pone de relieve la renombrada habilidad de los labrantes de la localidad. La planta del edificio configura un cuadrado casi perfecto, al verse las tres naves longitudinales interrumpidas por un amplio transepto que refuerza, al igual que la tribuna que recorre la parte superior, el centralismo. La nave central es dos veces más ancha que las laterales que, a su vez, se prolongan en torno al ábside y lo rodean formando el “deambulatorio”. En el exterior, es un edificio con grandes alardes ornamentales que se eleva en dos cuerpos, con cada una de sus fachadas enmarcadas entre dos agudas torres de base poligonal.

De acuerdo al estilo en que fue concebida la iglesia, las vidrieras adquieren un notable protagonismo. Éstas proceden de la renombrada firma francesa Mauméjean et Freres, conseguidas gracias a la donación de particulares, hermandades, cofradías y grupos vecinales. Pero el templo destaca, también, por el importante legado artístico que conserva, procedente, sobre todo, de la antigua iglesia y que muestra en las numerosas capillas abiertas al culto. Destaca la riqueza escultórica de los labrados sobre columnas y capiteles que se unen a las preciosas cristaleras de fábrica francesa, guardando un considerable tesoro artístico, con piezas escultóricas de procedencia italiana, pinturas flamencas en el Baptisterio realmente importantes, y otras de la escuela andaluza, con obras del pintor canario Cristóbal Hernández de Quintana. En el transepto, la Capilla del Calvario, una extraordinaria talla en madera del Cristo Yacente, realizada en 1940, obra del escultor aruquense Manuel Ramos. Escultura con un perfecto tratamiento de la anatomía y fuerza expresiva de la cabeza, imagen que ha despertado un gran fervor y devoción a la feligresía de Arucas.

La Capilla del Calvario rodeada por alto relieves que representan la Oración en el Huerto, Cristo ante Pilatos y la Última Cena. Unas tallas policromadas del escultor teldense Silvestre Bello Artiles, el Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, realizadas a mediados del siglo XIX, y San Juan Evangelista tallada en 1853, y la Verónica de 1741. Silvestre Bello que se educó en la Escuela de Luján Pérez, es autor de la Dolorosa de la Iglesia de San Francisco y la de la iglesia de San Gregorio de Los Llanos en Telde. El conjunto de la Capilla se complementa con unas hermosas vidrieras al fondo que cierran el conjunto representando la Degollación de San Juan Bautista, flanqueadas por un retablo en madera de cedro, neogótico, que acoge cuatro imágenes relacionadas con la Pasión de Cristo.

Impresionante el Altar Mayor, presidido por un crucificado tallado en Gran Canaria a finales del siglo XVII, descrito por algunos especialistas en arte como uno de los más sobresalientes de Canarias.

Alicia Hernández destaca las conexiones culturales que hay entre Telde y Arucas, no solamente por la celebración del día del Patrono San Juan Bautista, cada 24 de junio, por la cantería de piedra aruquense que ha viajado hasta la iglesia de San Juan en Telde, las obras del teldense Silvestre Bello en ambas ciudades, la industria del azúcar y la fábrica del ron que tuvo en Telde un gran comercio. Durante el 2017 se celebran los 40 años de la declaración de Conjunto Histórico-Artístico de la Ciudad de Arucas. También se celebrará el día de San José la apertura de la iglesia y su primera misa, inauguración que hasta el año 1977 la última piedra de la última torre fue colocada. Obra arquitectónica que se hizo gracias a la contribución de Francisco Gourié y de todos los vecinos de Arucas, y a los labrantes que incluso donaron y contribuyeron con su trabajo. Así como la instalación de las extraordinarias vidrieras.

David habla de los labrantes aruquenses y sus maneras de transportar y transformar la piedra, habla de Sebastián Quesada, maestro Chano Quesada como el mejor labrante que queda en la memoria colectiva, encargado de tallar todos los detalles que hay en los capitales que separan las tres naves de la iglesia. Un gran maestro que simboliza un poco la gran labor de todos los labrantes a lo largo de toda la historia de esta iglesia. Grandes maestros que ajustados al presupuesto inicial fueron adaptando su trabajo, nombres de maestros labrantes que se recuerdan como Juan Rodríguez Ramos, Pedro Afonso que colocaron la última piedra de la iglesia de Arucas el 27 de mayo de 1977. Nicolás Falcón, labrante que talló las dos últimas piedras, su padre trabajó en la torre campanario. Domingo Santana Mendoza, propietario de la cantera de la que se donó gran parte de la piedra para la construcción de la torre campanario, que forma parte de la historia de la iglesia. Los aruquenses consiguieron hacer de un sueño una realidad, después de colocar la primera piedra el 19 de marzo de 1909, y abierta al culto el 19 de marzo de 1917, fechas que figuran labradas en el exterior a la entrada del templo, justo bajo los cimientos de la puerta orientada a la Plaza de San Juan. Una inscripción sobre la fachada que da a la plaza donde se situaron y trabajaron los labrantes dice: “Gratitud Eficaz Ilustre Presidente Gran Bienhechor Templo D. Francisco Gourié Junta y Cooperadores”. Un gran patrimonio de los aruquenses, de los canarios, para sentirse orgullosos.

Fruto de este desarrollo urbano fue la voluntad de los hombres y familias, prohombres que económicamente apoyaron y a manera de mecenazgo promovieron el desarrollo social de la ciudad, quizás en aquella época como prestigio social, pero con la voluntad de un servicio al pueblo apoyaron y crearon obras públicas. El agradecimiento al Cronista de Telde Antonio María González Padrón, al que deseamos la total recuperación del trauma en un pie que se vio obligado a manejarse con muletas en esta visita, a los técnicos de turismo Alicia Hernández y David Cabrera del Ayuntamiento de Arucas, y el saludo a don Pedro Almeida, benefactor de la cultura y el arte que tuvimos la ocasión de escuchar sus palabras en la esta visita.

La Casa Museo León y Castillo dependiente de la Red de Casas Museo del Cabildo de Gran Canaria, desde su dirección, saluda y agradece la importante asistencia y respuesta a los programas culturales que ofrece al público en el afán de dar a conocer y divulgar los valores del Patrimonio Histórico Artístico de nuestras ciudades, así como la extensa agenda cultural realizada desde la misma sede museística. La próxima visita se realizará a la Villa de Ingenio el sábado 11 de febrero de 2017. Enhorabuena por esta iniciativa cultural. Muchas gracias.

Fuente: http://www.teldeactualidad.com/ – Jesús Ruiz Mesa

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