POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE SAN JAVIER (MURCIA)
Comentaba en mi artículo reciente titulado, “Aviso para Navegantes” que en mi preparación para bien morir, por supuesto que no me apetece nada, pero lo cierto es que he procurado toda mi vida hacerlo de forma que al final hubiera estado en condiciones de arrancar un “pedacíco” de ese cielo que se nos tiene prometido, tengo 85 años y, aunque todo sea, los años de propina que estoy viviendo, a Dios gracias, irán teniendo su fin.
Hace poco, en esos días que la Parroquia dedica a los mayores y a los enfermos, se me administró por cuarta vez la Unción de Enfermos, que recibo siempre que la ocasión me lo depara, pues pretendo estar preparado en todo momento para mi último viaje, otra cosa es que lo consiga .-
Pero, a lo que voy, tan optimista yo, pensaba que podría presentarme “allí” desenfadadamente, pues, en realidad no he hecho tantas cosas malas en mi vida, no digo para que me recibieran al toque de trompetas pero por lo menos un “rinconcíco” sí que me había hecho la ilusión.-
Meditando los más de cien mil asesinatos que se cometen en España cada año, matando dentro del seno de sus madres a tantos hijos, justificando el aborto, a algunos les da pavor la palabra y hablan de interrupción, como un derecho de las madres a matar a los hijos de sus entrañas, pienso y con verdadero temor, si se me considerará cómplice de tamaño dislate, responsabilizándome de no haber hecho más por evitar tamaña masacre.-
¿Bastará rezar por esos inocentes y por las madres que no los dejaron nacer, regalar “Pin “Pies Preciosos”, símbolo internacional de –PRO-VIDA, ser socio de Red-Madre, dar alguna “monedita” –pocas- de vez en cuando y poner un cartel en mi ventana? Me temo que no. Tendría que hacer mucho más
¿Es posible que me rechacen “allí” por mi tibieza?