POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
“Tras producir varios pasos hacia arriba aparece ‘El Piquete’, que no de ejecución sino el lugar más elevado de la cuesta, del cerro, monte, montecillo, montillo, Montixo, Montijo. De Agla a Montijo. Del resplandor al montecillo. Del pozo, al agua, a la fuente de vida, arropada por la dignidad revestida por el poder del Concejo, bajo la sombra de unas acacias. En ‘El Piquete’ hubo cuatro ases comerciales: Martin Garay, Alfonso Merino, Benito Serrano y Domingo Pérez. Junto con el Bar Arriba de Pedro el rubio, marido de Catalina que vendía chucherías. Al dejar ‘El Piquete’, que es la acrópolis según Montijo, está la calle Reyes Católicos, bautizada antes por la de los Entierros, pues por ella pasaban y pasan los cortejos fúnebres que iban al Cementerio que estuvo en el hoy Parque Municipal, en el Cerro de La Cruz, y el actual, en el camino que va hacia La Roca de la Sierra”.