El 10 de julio se celebra una sesión extraordinaria a la que además de la Corporación, asisten los señores de la Junta de Asociados y Contribuyentes; en ella el Alcalde informó que la epidemia reinante ha tomado, desde primeros de este mes, una gravedad tan grande por el número de invasiones que diariamente se presentan, que los facultativos titulares no pueden descansar un momento, tanto más si se tiene en cuenta que los partidos rurales son los más castigados, teniendo que asistir de día y de noche a la población como a dichos partidos, tan diseminados como se encuentran, que en las presentes circunstancias, a todos los vecinos, sin distinción de clases, están prestando su asistencia sin remuneración alguna puesto a no haberse formalizado igualatorio desde la defunción del anterior facultativo D. Casimiro M. Abarset, que con este motivo los actuales facultativos se le han quejado.

Tras discusión del tema, D. Juan Ruiz Pastor (contribuyente) propone, y se aprueba, se les asigne una dieta diaria de 25 pesetas hasta que sea necesario por el curso de la epidemia, y que le les haga efectivo desde primeros de julio, con cargo al fondo municipal.

La situación se agravaba día a día y así, en la sesión de 19 de julio, el Alcalde manifestó que, como consta al Ayuntamiento, en estas circunstancias ha sido necesario ensanchar el actual cementerio, habilitando terreno cercano, en la parte del Saliente, habiéndolo cercado con tapia de piedra, y que abriendo una fosa común de grandes dimensiones, encontrándose ya bendecido y en disposición de poder hacer en él las inhumaciones consiguientes, que al efecto y de conformidad con el parecer del señor Cura de esta parroquia y la Junta Local de Sanidad, propone al Ayuntamiento: (a continuar)